El Arenteiro roza el ascenso a Primera RFEF tras derrotar al Compostela con un recital (1-3)

Minuto 95 y 20 segundos: el defensa sevillano Joseca roba la pelota en su área, recorre 70 metros superando rivales que no le daban ni seguido ni derribado, llega al área santiaguesa, levanta la cabeza y se la da a otro defensa, Germán Novoa, para que la empujara y pusiera el 1-3 definitivo en el asalto al Vero Boquete. Dos jugadores que en el último minuto de partido dan unrecital físico y de pundonor, que encarnan lo que es el Arenteiro de esta temporada. El porqué es el líder intratable y porqué nadie es capaz de superarlo. Y lo hacen con tanta normalidad que parece fácil. Los rivales no son capaces ni de acercarse y hace mucho tiempo que le han dicho hasta luego en la pelea por un ascenso que tiene dueño, pero al que solo falta ponerle fecha. Puede ser el domingo que viene.

Visitaban el Vero Boquete y en el vestuario verde había cierta sed de venganza. El Compostela había sido el único que esta temporada había conseguido derrotarlos y más aún profanando Espiñedo. Eso no podía quedar así.

Y eso que en Santiago se afanaron en prepararlo todo para volver repetir la machada. Montaron una fiesta desde el mediodía para llevar más gente a la grada que les arropara, pero ni eso les salió bien. Las tropas verdes se movilizaron y cerca de mil doscientos aficionados, bien uniformados, tomaron San Lázaro. 

El Compostela marcó el 1-0 a los tres minutos por medio de Allyson, que ayer fue titular, casi por sorpresa. Aún fue peor. A día de hoy, tal es la superioridad de los de Javi Rey que casi es mejor no enfadarlos. Al cuarto de hora, Escobar, tras un gran control, da media vuelta y dispara obligando a Jiménez a salvar el gol con una pierna, aunque el árbitro pitó fuera de juego. Era el primer aviso y los verdes no son de dar muchos. En el 20, otra vez Antón Escobar, que ayer rindió a gran altura, remató de cabeza y el meta local atrapó la pelota. Ya no hubo más disparos de fogueo.

En el minuto 22 llegó el 1-1. Jugada de tiralíneas de Jordán Sánchez, que se marchó de tres rivales, centró raso y Escobar le ganó la partida a su defensor y no perdonó. Conseguida la igualada, tocaba el plan B. Dormir el partido, anestesiar al rival y no pasar apuros. Eso lo bordan. Así llegó el descanso.

En la segunda parte hubo menos ritmo y si acaso más control de la pelota del Compostela, pero sin inquietar gran cosa, salvo con un disparo de Martín que atrapó bien Diego García. 

 

LA TRACA FINAL

En el 80 los de Cardeñosa se quedaron con diez por expulsión del defensa Roque, que vio dos amarillas en tres minutos. Era el momento de asestar el golpe definitivo y no perdonaron la ocasión. Además, con dos golazos.

En el minuto 87 y Diego García, que pese a ser portero casi juega con los pies tan bien como con las manos, se la pone en el pie a Joseca, este cede para Marquitos, que combina con Antón Escobar, que la filtra para Manín, que llega casi a la línea de fondo y cede raso de nuevo al goleador, que no perdona y hace el segundo de su cuenta y de su equipo (1-2). 

Todavía faltaba la mencionada galopada del minuto 95 que puso la sentencia. Otro recital más de un equipo que es tan superior a sus rivales que da la impresión de que, resuelven los partidos cuando quieren. 

El sábado llega el Burgos B a Espiñedo y puede ser el día del histórico ascenso a Primera Federación, aunque matemáticamente no podrá ser hasta el domingo. Es ponerle fecha, el ascenso ya está logrado. CD ARENTEIRO
photo_camera Minuto 95 y 20 segundos: el defensa sevillano Joseca roba la pelota en su área, recorre 70 metros superando rivales que no le daban ni seguido ni derribado, llega al área santiaguesa, levanta la cabeza y se la da a otro defensa, Germán Novoa, para que la empujara y pusiera el 1-3 definitivo en el asalto al Vero Boquete. Dos jugadores que en el último minuto de partido dan unrecital físico y de pundonor, que encarnan lo que es el Arenteiro de esta temporada. El porqué es el líder intratable y porqué nadie es capaz de superarlo. Y lo hacen con tanta normalidad que parece fácil. Los rivales no son capaces ni de acercarse y hace mucho tiempo que le han dicho hasta luego en la pelea por un ascenso que tiene dueño, pero al que solo falta ponerle fecha. Puede ser el domingo que viene. Visitaban el Vero Boquete y en el vestuario verde había cierta sed de venganza. El Compostela había sido el único que esta temporada había conseguido derrotarlos y más aún profanando Espiñedo. Eso no podía quedar así. Y eso que en Santiago se afanaron en prepararlo todo para volver repetir la machada. Montaron una fiesta desde el mediodía para llevar más gente a la grada que les arropara, pero ni eso les salió bien. Las tropas verdes se movilizaron y cerca de mil doscientos aficionados, bien uniformados, tomaron San Lázaro. El Compostela marcó el 1-0 a los tres minutos por medio de Allyson, que ayer fue titular, casi por sorpresa. Aún fue peor. A día de hoy, tal es la superioridad de los de Javi Rey que casi es mejor no enfadarlos. Al cuarto de hora, Escobar, tras un gran control, da media vuelta y dispara obligando a Jiménez a salvar el gol con una pierna, aunque el árbitro pitó fuera de juego. Era el primer aviso y los verdes no son de dar muchos. En el 20, otra vez Antón Escobar, que ayer rindió a gran altura, remató de cabeza y el meta local atrapó la pelota. Ya no hubo más disparos de fogueo. En el minuto 22 llegó el 1-1. Jugada de tiralíneas de Jordán Sánchez, que se marchó de tres rivales, centró raso y Escobar le ganó la partida a su defensor y no perdonó. Conseguida la igualada, tocaba el plan B. Dormir el partido, anestesiar al rival y no pasar apuros. Eso lo bordan. Así llegó el descanso. En la segunda parte hubo menos ritmo y si acaso más control de la pelota del Compostela, pero sin inquietar gran cosa, salvo con un disparo de Martín que atrapó bien Diego García. LA TRACA FINAL En el 80 los de Cardeñosa se quedaron con diez por expulsión del defensa Roque, que vio dos amarillas en tres minutos. Era el momento de asestar el golpe definitivo y no perdonaron la ocasión. Además, con dos golazos. En el minuto 87 y Diego García, que pese a ser portero casi juega con los pies tan bien como con las manos, se la pone en el pie a Joseca, este cede para Marquitos, que combina con Antón Escobar, que la filtra para Manín, que llega casi a la línea de fondo y cede raso de nuevo al goleador, que no perdona y hace el segundo de su cuenta y de su equipo (1-2). Todavía faltaba la mencionada galopada del minuto 95 que puso la sentencia. Otro recital más de un equipo que es tan superior a sus rivales que da la impresión de que, resuelven los partidos cuando quieren. El sábado llega el Burgos B a Espiñedo y puede ser el día del histórico ascenso a Primera Federación, aunque matemáticamente no podrá ser hasta el domingo. Es ponerle fecha, el ascenso ya está logrado. CD ARENTEIRO
Victoria llena de euforia para el Arenteiro: los de Javi Rey remontaron al Compostela y enfilan el ascenso con una afición entregada

Minuto 95 y 20 segundos: el defensa sevillano Joseca roba la pelota en su área, recorre 70 metros superando rivales que no le daban ni seguido ni derribado, llega al área santiaguesa, levanta la cabeza y se la da a otro defensa, Germán Novoa, para que la empujara y pusiera el 1-3 definitivo en el asalto al Vero Boquete. Dos jugadores que en el último minuto de partido dan unrecital físico y de pundonor, que encarnan lo que es el Arenteiro de esta temporada. El porqué es el líder intratable y porqué nadie es capaz de superarlo. Y lo hacen con tanta normalidad que parece fácil. Los rivales no son capaces ni de acercarse y hace mucho tiempo que le han dicho hasta luego en la pelea por un ascenso que tiene dueño, pero al que solo falta ponerle fecha. Puede ser el domingo que viene.

Visitaban el Vero Boquete y en el vestuario verde había cierta sed de venganza. El Compostela había sido el único que esta temporada había conseguido derrotarlos y más aún profanando Espiñedo. Eso no podía quedar así.

Y eso que en Santiago se afanaron en prepararlo todo para volver repetir la machada. Montaron una fiesta desde el mediodía para llevar más gente a la grada que les arropara, pero ni eso les salió bien. Las tropas verdes se movilizaron y cerca de mil doscientos aficionados, bien uniformados, tomaron San Lázaro. 

El Compostela marcó el 1-0 a los tres minutos por medio de Allyson, que ayer fue titular, casi por sorpresa. Aún fue peor. A día de hoy, tal es la superioridad de los de Javi Rey que casi es mejor no enfadarlos. Al cuarto de hora, Escobar, tras un gran control, da media vuelta y dispara obligando a Jiménez a salvar el gol con una pierna, aunque el árbitro pitó fuera de juego. Era el primer aviso y los verdes no son de dar muchos. En el 20, otra vez Antón Escobar, que ayer rindió a gran altura, remató de cabeza y el meta local atrapó la pelota. Ya no hubo más disparos de fogueo.

En el minuto 22 llegó el 1-1. Jugada de tiralíneas de Jordán Sánchez, que se marchó de tres rivales, centró raso y Escobar le ganó la partida a su defensor y no perdonó. Conseguida la igualada, tocaba el plan B. Dormir el partido, anestesiar al rival y no pasar apuros. Eso lo bordan. Así llegó el descanso.

En la segunda parte hubo menos ritmo y si acaso más control de la pelota del Compostela, pero sin inquietar gran cosa, salvo con un disparo de Martín que atrapó bien Diego García. 

En el 80 los de Cardeñosa se quedaron con diez por expulsión del defensa Roque, que vio dos amarillas en tres minutos. Era el momento de asestar el golpe definitivo y no perdonaron la ocasión. Además, con dos golazos.

En el minuto 87 y Diego García, que pese a ser portero casi juega con los pies tan bien como con las manos, se la pone en el pie a Joseca, este cede para Marquitos, que combina con Antón Escobar, que la filtra para Manín, que llega casi a la línea de fondo y cede raso de nuevo al goleador, que no perdona y hace el segundo de su cuenta y de su equipo (1-2). 

Todavía faltaba la mencionada galopada del minuto 95 que puso la sentencia. Otro recital más de un equipo que es tan superior a sus rivales que da la impresión de que, resuelven los partidos cuando quieren. 

El sábado llega el Burgos B a Espiñedo y puede ser el día del histórico ascenso a Primera Federación, aunque matemáticamente no podrá ser hasta el domingo. Es ponerle fecha, el ascenso ya está logrado.

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