Los bocadillos y el éxtasis de una fiesta en O Couto

La Copa de la ilusión esparció su magia por Ourense, en general, y O Couto, en particular. El campo y el barrio. Porque la visita del Deportivo se dejó notar desde varias horas antes al pitido inicial. Aficionados blanquiazules refrescaban el gaznate en la previa, intercambiaban opiniones y esperaban el “tuneado” bus de su equipo. Su gozo en un pozo, porque el imponente vehículo entró de culo (literalmente) y pegado a la pared para que nadie vea nada. Acercar el fútbol al aficionado dicen… La chavalada, decepcionada.

Al que le acercaron el coche al depósito fue a algún despistado que lo dejó donde no procedía. La grúa hizo su agosto ante la sorpresa de los paseantes habituales de la zona que preguntaban sorprendidos “e logo, quen xoga hoxe?”.

A media luz reconocieron los jugadores visitantes el campo, mientras los locales trasteaban con el móvil sobre un césped que ya tiene pocos secretos para ellos.

Poco a poco la gente fue entrando a un campo que reabría el fondo por primera desde la última reforma. Un goteo, a veces torrente, que se prolongó bien entrado el duelo porque lo de esperar hasta última hora va en el ADN de muchos. Sinónimo de día grande. En los asientos, folletos para votar y apoyar a Ribadavia en su batalla para ser el municipio mejor iluminado de España. Tardó en calentarse la cosa. Las colas en los aledaños eran largas con la hora de inicio encima. No tuvo problemas para entrar la plana mayor de Deportivo, con Michelle Clemente Escotet a la cabeza, y un numeroso acompañamiento para unirse a las autoridades locales y provinciales.

La Real Banda de Gaitas da Deputación de Ourense tomó posición como un ejército musical. Sus negras, blancas y corcheas amenizaron la espera, aunque se regalaron un poco demasiado haciendo esperar pacientemente a los futbolistas.

Y empezó el espectáculo. A bajas revoluciones, un partido de cocinado lento, con alguna incursión (no demasiadas) en el primer tiempo. El descanso sirvió para reponer fuerzas, quitarle el papel de aluminio al bocadillo y moverse al ritmo de un incansable DJ.

Interés y fiesta

En la reanudación asomaron los cambios y los calentamientos. La salida de Lucas Pérez generó interés, sobre entre los jóvenes. “O neno de Monelos” tiene el tirón garantizado. Pero ni su embrujo fue suficiente para los herculinos. Era la noche del Ourense CF. Lo pasó mal 10 minutos, pero Carmona ejerció de curandero para sanar todos los males. Pasada la marejada, los de azul se lo creyeron. Un córner y un Ángel llevaron a los ourensanos al cielo. Éxtasis en la grada, en buena parte de ella al menos.

Tocó morderse las uñas y no querer mirar cuando el balón sobrevolaba el área local en esos minutos de descuento que se hicieron eternos. Pero el peligro fue más teórico que real. El Deportivo estaba KO y pensando que su pelea está en la liga. Los tres pitidos de Orellana Cid desataron la locura. Alguno de los ya suplentes corrió más rápido para entrar al campo a abrazar que durante el partido. Música a todo trapo, abrazos, sonrisas y sensación de felicidad de las que impiden dormir en unas cuantas horas.

El Ourense CF no estaba muerto y ahora se va de parranda pidiendo otra ronda de Copa. Será un lunes de ilusión. El sorteo está fijado para las 13:00 horas con la posibilidad de varios premios gordos. Antes llegará la Primera RFEF, que no se olvide, pero es obligatorio tener licencia para soñar.