El Arenteiro, que dio la cara y se lo puso difícil a la todopoderosa Ponferradina, terminó perdiendo en el tiempo de descuento por dos goles a uno
El Arenteiro regresó a la competición después del parón navideño y lo hizo con una derrota por dos golea a uno ante una Ponferradina, candidata al ascenso, pero que tuvo que sufrir de lo lindo y logró el gol del triunfo en el minuto 96.
Decía el técnico verde Javi Rey en la previa que su equipo necesitaba el parón y que le había sentado muy bien. Visto el primer cuarto de hora, toda la razón. Salieron mandones los verdes que tuvieron dos muy buenas oportunidades para abrir el marcador. Luis Chacón y Álvaro Ramón pusieron en serios aprietos al meta local, que evitó los tantos. Con el paso de los minutos la Ponferradina niveló el partido, aunque lo que es crear peligro, nada de nada. Sí que apretaron más en el tramo final de la primera parte con disparos desde la frontal de Carrique, Ernesto o Pablo Clavería, que detuvo Diego.
En la reanudación cambió la decoración. Debutó en los locales Borja Valle y los suyos salieron enchufados para romper el 0-0. Avisó Ernesto con un remate fuera y luego un disparo de Clavería que, tras dar en un defensa verde, lo atajó Diego con suerte. Lo pasaban mal los verdes que perdían pronto la pelota, les costaba salir y no tenían control. Pero por esas cosas que tiene el fútbol, en la primera cantaron “bingo”. Minuto 56, pelota para Iván Ramos en banda derecha, se va hasta la línea de fondo y remata al poste. Miku, muy atento, la caza y la manda al fondo de la red. El gol le sentó bien a los de Javi Rey que pudieron hacer el segundo. De hecho lo hizo Miku, pero el árbitro lo anuló por fuera de juego. Antes Pibe o Jordan Sánchez habían vuelto a poner a prueba al meta Prieto.
El Toralín apretaba a los suyos y estos se fueron a la desesperada en busca de un gol que les diera vida. Y llegó en el 84 de la peor forma. Balón largo del meta local, Andoni lo cuelga en el área y Borja Valle se adelanta a Diego García y se la da a Lancho para que ponga el empate.
Quedaba mucho y los locales querían más. El Arenteiro sufría y se salvó de dos remates de Yuri, pero no del definitivo en el 96. Centro de Josep Cerdá y remate de nuevo de un inesperado goleador, el defensa Lancho, para salvar a los suyos. El Arenteiro plantó cara, fue valiente, pero no le llegó.
