Las canastas en Ourense son asunto de ellas

Raquel Carrera (i.) y Paula Ginzo (d.), en un reciente entrenamiento con la selección española.
photo_camera Raquel Carrera (i.) y Paula Ginzo (d.), en un reciente entrenamiento con la selección española.
Desde la mejor jugadora de la liga al talento joven con más futuro, la ciudad de Ourense es un vivero para el básket de élite

El baloncesto forma parte del ADN de Ourense. Hasta el tétano, sea en las buenas o en las malas. Buena parte de “culpa” la tiene el básket femenino. Un pasado mejor que el presente a nivel de clubes pero un goteo de jugadoras de gran nivel que sigue temporada tras temporada. Falta ese equipo de referencia para las centenares de niñas que se ponen las zapatillas cada día para saltar a la pista con más ilusión que centímetros de altura. Pero, aún así, el talento individual sale a flote. Resumiendo, Ourense tiene a una campeona de Liga Femenina que fue MVP de la final y, además, es internacional absoluta. Con la selección comparte vestuario con otra paisana, consolidada en la élite nacional. Otra dupla local “destinada” en Almería logró este curso ascender a la segunda categoría nacional. Además, el futuro está en las manos de jugadoras de base que ya son internacionales o han debutado en lo más alto.

La referencia, ahora mismo, es Raquel Carrera (2001). Su progresión la llevó del patio de Josefinas al Pabellón. Allí su buen hacer no pasó desapercibido para el Celta de Vigo, que no la dejó escapar. Su línea ascendente hizo que aterrizase en el Araski vasco antes de desembarcar en el Valencia para tocar la gloria. El pasado mes de mayo se proclamaba campeona de la Liga Femenina y era nombrada jugadora más valiosa de la final. Sin olvidar que es una de las referencias de la selección y ya puede presumir de disputar unos Juegos Olímpicos. La NBA femenina (WNBA) es un paso que, más pronto que tarde, dará la ourensana para seguir haciendo historia.

Elegidas

Carrera comparte la camiseta roja de España con Paula Ginzo (1998), otra realidad de alto nivel con una bola en sus manos. Y que también tuvo que emigrar para seguir creciendo. De Salesianos a Cataluña para empezar a forjar una carrera que pasó por Estudiantes, Cáceres, Gernika, Ensino y, desde el próximo curso, FC Barcelona. Siempre dejando un gran sabor de boca antes de emprender la salida.

La máxima liga nacional la conoce también Lucía Méndez (1988). La máxima y a todas las demás. Si juega la Liga Challenge la campaña que ya asoma por el horizonte, habrá jugado en todas las categorías. Tiene el derecho a hacerlo gracias a su ascenso con el CB Almería a la segunda división española. Una garantía en las fases de ascenso. A su lado, en el club almeriense, su paisana Clara Prieto (2004). La joven ourensana es un ejemplo de lo que pasa en esta ciudad: formación en una cantera de nivel (Salesianos) antes de coger carretera y manta para apostar por su carrera sobre el parquet. Pasó por el Celta en un camino que conocen muchas jugadoras.

Aún más jóvenes son las hermanas Sotelo Míguez, las dos jugadoras del Ensino lucense. La mayor, con 18 años, es Lucía. Y, aunque júnior, ya puede presumir de haber debutado en la Liga Femenina. Lo hizo el 18 de noviembre de 2021 con 16 años, 8 meses y 13 días. Y el escenario fue el pabellón salmantino de Würzburg ante el histórico Perfumerías Avenida. Una jornada que no olvidará.

Y a punto de cumplir los 17 está su hermana Inés. Ahora mismo, con la maleta hecha para incorporarse a la concentración de la selección española sub-18. Viveiro primero, Portugal después con el objetivo de pasar el corte y estar en la lista definitiva del Europeo de Turquía que arranca el primero de julio.

Son los nombres propios del baloncesto femenino ourensano. Puro talento en la élite o llamando a sus puertas. Todas con un denominador común: la necesidad de buscar su crecimiento lejos de As Burgas ante la falta de un equipo para dar el salto de la base al profesionalismo. Pero eso sí, el nombre de Ourense lo pasean con orgullo nacional e internacionalmente. No hay un deporte que aguante la comparación en la ciudad. Las jugadoras cotizan al alza. Lo llevan haciendo ya unos cuantos años y tienen edad para seguir haciéndolo otro puñado más.

Un ascenso con doble acento ourensano

Clara Prieto y Lucía Méndez, celebrando el ascenso.
Clara Prieto y Lucía Méndez, celebrando el ascenso.

Desde el norte hasta el sur viajaron las ourensanas Clara Prieto y Lucía Méndez. La primera, otro de esos jóvenes talentos surgidos de la cantera. La segunda, una veterana con una ilustre carrera. Curiosamente Méndez fue entrenadora de Prieto cuando esta tenía siete años. El destino las juntó en Almería para celebrar un ascenso a la Liga Challenge, la segunda categoría nacional. Las dos con protagtonismo y momentos decisivos para el éxito del cuadro andaluz.

Las hermanas Sotelo, con presente y futuro

Lucía Sotelo, con el Ensino.
Lucía Sotelo, con el Ensino.

Comparten apellidos y trayectoria, aunque las separa un año. Lucía e Inés Sotelo evolucionan a pasos agigantados. De la cantera ourensana saltaron al Ensino de Lugo. Lucía, la mayor, debutó ya en la Liga Femenina con tan solo 16 años. El primer partido de los muchos que pueden venir. Inés, por su parte, formará parte de la selección española sub-18 este verano y aspira a jugar el Eurobasket de Turquía durante el mes de julio. Solo le queda pasar un “corte” a pesar de ser una de las benjaminas del grupo. Talento, trabajo y cabeza amueblada.

Un hombre de cantera que disfruta de la élite

Suso Garrido.
Suso Garrido.

El baloncesto femenino ourensano también tiene referentes en los banquillos. El nombre de Suso Garrido es sinónimo de Carmelitas y del trabajo con las jugadoras de la base ourensana durante años. El pasado verano dejaba el club colegial para iniciar una etapa como segundo entrenador del Ensino de Lugo, que milita en la Liga Femenina. Su buen hacer le valió renovar su contrato para hacer tándem con el técnico Antonio Pernas, así que seguirá en la élite nacional la próxima campaña. Entrenador y formador del talento local que ha pasado por sus manos.

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