El colegiado Bruno Méndez asegura que se quedó 'petrificado' al volante y que temió 'por mi vida, por la de mis compañeros y por otros coches'

La Fiscalía investigará la persecución al árbitro del Barco

Los incidentes del pasado domingo después del partido Barco-Gondomar siguen generando noticias.
El club local insta a la Federación a comprobar si el árbitro dice la verdad sobre los incidentes ocurridos en el campo y el Comité de árbitros garantiza que irá con todas las consecuencias contra los aficionados que persiguieron a los árbitros por carretera. El comité de competición de la FGF da una vuelta más de tuerca a la gravedad del asunto dando traslado del acta arbitral y su anexo (publicado ayer en La Región) al Fiscal Jefe de Galicia para depurar responsabilidades sobre los hechos supuestamente ocurridos en la Autovía A-6.

El colegiado, Bruno Méndez Castro, no cambia ni una detalle de lo ocurrido y cuatro días después expresa sus sentimientos en La Región. Habla de 'miedo' pero de 'ilusión' por seguir arbitrando.


¿ALGUNA VEZ HABÍA VIVIDO ALGO PARECIDO?

Nunca, es la primera y espero que la última. Ni siquiera había escuchado algo tan heavy.


¿TAN CALIENTE FUE EL PARTIDO?

Para nada. Fue un partido de lo más normal. Cuatro amarillas para el Barco, tres para el Gondomar...


¿ENTONCES?

Ya en el vestuario había tensión. Nos insultaban y golpeaban la puerta desde fuera. No teníamos miedo pero sí había tensión.


SALIERON DEL VESTUARIO Y...

Había muchos aficionados esperándonos en la cantina y al vernos empezaron a insultarnos. Sólo teníamos ganas de salir porque aún nos quedaban dos horas de viaje.


Parecía que todo había acabado, nada especialmente raro.

Sí, íbamos ya de camino a casa hablando de si parábamos a cenar o no.


¿CUÁNDO NOTAN ALGO RARO?

Al llegar a la autovía. Un coche se puso delante cuando nos íbamos a incorporar y se puso a 40 km/h. Estuvo así más o menos un kilómetro y ahí ya me pongo un poco nervioso. No sabía que hacer y tampoco sabíamos que pretendían porque lo intentamos adelantar tres veces y no nos dejaban.


AL FINAL LO CONSIGUEN ¿QUÉ PASA?

Vemos que dentro van dos personas. Se ponen justo detrás y nos ponen las largas. Luego se ponen a la par, bajan la ventanilla y se ponen a insultarnos y nos muestran una bufanda del CD Barco.


¿QUÉ PIENSA AHÍ?

Me quedo petrificado. Tenía miedo por mi vida, por la de mis compañeros y por los otros coches que podían venir por la autovía.


POR SUERTE NO OCURRIÓ NADA.

Al final se fueron pero estuvimos unos 80 kilómetros en silencio.

¡VAYA HISTORIA!

En un campo nunca sentí algo así. Aquí sentí que me jugaba la vida.


¿Y AHORA?

Está todo en manos del comité de árbitros. Somos un gran grupo humano y me han animado mucho. Dejo todo en manos del presidente.


Y EL DOMINGO A PITAR

Las ganas por arbitrar no me las va a quitar nadie. Este fin de semana no pitaré para descansar un poco pero la semana que viene ya espero estar de nuevo en los campos.

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