Hace casi 16 meses que Ju Pedreira no habla en la cancha a causa del peor silencio para una deportista, una grave lesión. Demasiado tiempo desde aquel 1 de octubre de 2022 en el que se rompió el ligamento de la rodilla izquierda en el pabellón Sagrada Familia en un partido de liga ante su exequipo, el Burela. Las visitas al trauma y el trabajo con los fisios y los readaptadores se han convertido en su competición particular a causa de una recuperación que nunca salió como esperaba y que le ha obligado a pasar tres veces por el quirófano. “Sabía que el proceso de recuperación de una lesión así era duro, ya que por desgracia lo viví en el equipo con varias compañeras que cayeron antes que yo, pero nunca me imaginé que iba a serlo tanto y, sobre todo, tan largo”, afirma la joven coruñesa.
Ahora, cuatro semanas después de su última operación, cree empezar a ver la luz al final del túnel. “A pesar de dos operaciones, la rodilla se bloquea en el tránsito de la extensión a la flexión, por lo que el 28 de diciembre me sometí a una artroscopia diagnóstica para ver cuál era el problema. Llegamos a pensar que la sutura de la primera operación se había soltado y por eso me generaba el dolor que siento al doblar la rodilla. No era así, el problema viene de un cartílago desgastadísimo y el consejo del traumatólogo es infiltrar ácido hialurónico. Ahora toca esperar a la siguiente consulta (7 de febrero) y si las cosas marchan como todos esperamos, en dos o tres meses podría estar jugando. Después de todo lo que estoy pasando, prefiero no poner fecha e ir a día. Nada más salir de la primera operación el 1 de diciembre de 2022 empecé a descontar los días para regresar, pero todo se torció, así que ahora solo espero que esto salga bien y sea el parón definitivo. Haré todo lo posible para regresar pronto y será antes de fin de curso, eso espero”.
“Hay días en los que te frustras, pero soy muy fuerte y lo estoy llevando bastante bien”, afirma Pedreira
Mientras tanto, le toca “trabajo con los fisios para que la rodilla siga ganando movilidad y fuerza potenciando el cuádriceps y el resto de músculos de la pierna. Por ahora, las sensaciones son las mismas que antes de la artroscopia, esa sensación de bloqueo y dolor en la rodilla, pero es lógico, porque falta la infiltración. El menisco está bien y la plastia del ligamento cruzado también, por lo que ahora se trata de evitar el dolor para que yo pueda realizar la extensión y la flexión completa”.
Ju Pedreira tiene “muchísimas ganas de volver a jugar”. Por muchos motivos. Uno, por dejar atrás el dolor (físico). “Sabía que era un proceso complicado, pero hasta que te toca a ti no sabes lo duro que es. Además, muy doloroso, en mi caso un poco más por todas las complicaciones que estoy teniendo. ¿Dolor mental? Soy muy fuerte y creo que para todo lo que he pasado lo estoy llevando bastante bien, y para esos días difíciles tengo unas salvavidas en mis compañeras, el cuerpo técnico, el club y también la familia y mis amistades. Es cierto que hay días en los que te frustras, sobre todo en mi caso, que se complicó desde el principio. Tenía todo arreglado para operarme en Lugo con el doctor Gallego, ya había hecho el preoperatorio y llegó la mutua horas antes y denegó el traslado. Tocó esperar un mes más y después, todo lo demás”.
El equipo y el club
No es comparable al dolor, pero “lo peor de todo es llevar casi un año y medio sin poder ayudar al equipo. Bueno, animo desde fuera, pero lo que quiero es ayudar desde la cancha. Además, me lesioné en mi mejor momento deportivo y recién llegada Raquel Mondo, una entrenadora que siempre me gustó, incluso desde antes de venir a Ourense”. En cuanto a lo competitivo, destaca que “estoy muy orgullosa del trabajo que está haciendo ella (Mondo), el resto del staff técnico y mis compañeras. El trabajo realizado no se está reflejando en la clasificación, aunque el equipo mejora, va a más”.
Ahora, ya solo falta que Ju Pedreira se convierta en el fichaje soñado por el Ontime para el final de temporada. Se lo merece.
