FÚTBOL SALA

La Primera división de fútbol sala femenino echó el telón

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El Ourense Envialia igualó la quinta plaza obtenida el pasado curso en el estreno de Chipi, mientras el Burgas, noveno, se quedó a un paso de la Copa

La Primera división de fútbol sala femenino echó el telón a la liga 2016-2017. Para el Ourense Envialia lo hizo con una victoria en el 'no' partido ante el Rubí, que no se presentó en la cita en Os Remedios, y el empate del Cidade de As Burgas en la cancha del Gironella. Así, el conjunto de Chipi iguala la quinta plaza que firmó el pasado curso, el del debut del técnico vigués en el banquillo blanquinegro, mientras que el de Manolo Codeso finaliza noveno, a un solo paso de disputar su segunda Copa de España.

En el anexo de Os Remedios quedó claro que a la máxima competición femenina nacional le queda mucho camino por delante en lo que a seriedad y organización se refiere. El máximo culpable, el Rubí, por supuesto. El conjunto catalán, que ya había certificado el descenso a Segunda, declinó disputar el último partido de liga ante las ourensanas. Avisó de su decisión a mitad de semana y entonces entra en escena la liga. La Federación dio un plazo de 72 horas para que el equipo catalán elevara a definitiva y oficial su decisión y el plazo vencía cuando la misma se encontraba cerrada. Con todo ello, el Envialia tuvo que desplazarse a la cancha y hacer el 'paripé' en los 15 minutos de cortesía que se dan al equipo rival para poder llegar tarde a un partido.

Lamentaba Chipi que "esto es una forma de adulterar la competición, porque hay otros equipos implicados". Sea lo que fuere, el acto de Rubí no deja en muy buen lugar a una competición que trata de ganar visibilidad. Supone además un segundo varapalo al fútbol sala femenino esta temporada, después de que en diciembre se suspendiera el Torneo Mundial que inicialmente iba a desarrollarse en Italia y que posteriormente fue sustituido por un 'pseudo Europeo' disputado en Madrid.

En lo clasificatorio, el Envialia volvió a moverse por la zona noble de la categoría pero le faltó dar el paso adelante que se preveía en la segunda temporada de Chipi para codearse con la élite nacional. Finalizó en la misma posición que hace un año, quinto, con dos puntos menos que entonces, y descolgándose demasiado pronto de la lucha por las primeras plazas. Demostró ser un equipo muy difícil de doblegar, pues solo cedió cinco derrotas en todo el curso, pero los empates fueron su espada de Damocles: nada menos que 10. Ahora, en la Copa, tendrá una oportunidad de cerrar la temporada con un buen sabor de boca.

Sin premio

El Burgas no encontró premio a su esfuerzo. Luchó hasta la última jornada por colarse en el top 8 pero se quedó a un paso. "Las cosas no pasan porque sí, la temporada se nos hizo demasiado larga", lamentó Manolo Codeso, entrenador del conjunto ourensano. El objetivo ya estaba alcanzado hacía tiempo.

La Copa pide paso para el Envialia

El Ourense Envialia todavía tiene que trabajar un fin de semana más para poder cerrar la temporada. El conjunto de Chipi afronta la Copa de España y el viernes se mide desde las 18,00 horas en el polideportivo de A Seca, en Poio, al Burela en los cuartos de final.

El lunes trabajo de cancha en una sesión aprovechada al máximo. "Intensidad y muy buena actitud, las sensaciones son inmejorables" para afrontar el duelo autonómico del viernes, destacó el técnico del conjunto ourensano.

"La Copa siempre es distinta a un partido normal de liga, se trata de encuentros en los que el control de la emoción es importantísimo. Será un partido muy igualado, porque los dos equipos tenemos un potencial similar, pero lo que sí tengo claro es que no nos va a pasar lo de la final de Copa ante el Poio. No vamos a especular lo más mínimo, afrontaremos el partido con todo lo que tenemos y si hay un equipo que sea mejor que nosotros nos ganará y si no la Copa será nuestra", añade el entrenador blanquinegro.

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