Regal, entrenador del Allariz: “Es un orgullo volver aquí”

Con la llegada de Jorge Regal al banquillo del Allariz se inicia un nuevo ciclo tras el legado de cinco años que dejó Miguel Sotelo. “Aquel ciclo se acabó y cada vez que llega un nuevo entrenador, el jugador se vuelve otra vez a activar porque quiere demostrar que puede ser titular en el equipo, aunque al final los resultados son los que marcan”, comenta Regal.

El extécnico del Barbadás, con el que logró subir a Tercera, y el Arenteiro, reconoce que “fue sencillo aceptar la llamada del presidente del Allariz, Farruco, porque tenemos una relación personal de hace muchos años. Precisamente era de los pocos equipos que me animaban a volver a entrenar”.

Por eso el nuevo entrenador del conjunto alaricano está encantado en O Seixo: “Es un orgullo volver aquí, donde estuve como jugador. Entrenar ahora a este equipo me llena plenamente. Lo único que tengo que hacer es poner todo lo que tengo para que las cosas mejoren y vayan bien. El nombre y la categoría no significan nada”.

Objetivos

El curso pasado, el cuadro verde estuvo muy cerca del ascenso a Preferente, aunque las ligas de estos últimos años fueron muy atípicas. “Al final, una liga lo que premia es la regularidad y de hecho hay clubes que a lo mejor no hicieron una buena campaña, pero acabaron ascendiendo. El Allariz lo tuvo, pero para mí la exigencia no es ascender ni lograr títulos, aunque como jugador y entrenador uno debe siempre aspirar a lo máximo”.

Una vez consumadas las primeras cinco jornadas, la sensación que tiene el entrenador alaricano es que la liga está muy igualada: “Cualquiera puede ganar a cualquiera. Creo que estoy en un proceso de aprendizaje de la categoría y, por el momento, no puedo hacer un balance ni positivo ni negativo. A nivel de resultados hay partidos que me sorprendieron, porque pudimos alcanzar mejores resultados, sin embargo en otros el marcador tampoco indicó lo que mereció el contrario”.

El veterano entrenador Jorge Regal reconoce que por suerte el club tiene una estructura “que nos invita a pensar que hay futuro. De hecho, en estos primeros partidos están jugando jóvenes de 20 y 21 años que lo están haciendo bien y los veteranos también están cumpliendo, porque son conscientes de que cada vez les queda menos en el fútbol, por eso tienen el deseo de hacer algo positivo”.