A tres jornadas para finalizar la primera vuelta de la liga, el Seixalbo se ha convertido en el equipo de moda. Ocupa el cuarto puesto en la tabla y cuenta con Pato, el segundo máximo goleador del torneo. Su entrenador Milo González llegaba esta temporada al club después de sufrir el descenso con el Atlético Vilariño. “No es una revancha, pero sí que necesitaba algo que me hiciera sentir bien, como los últimos dos años en Barbadás donde, con los juveniles, jugamos la fase de ascenso a Liga Nacional. O la etapa en el Pabellón, en la que siempre estuve con los cadetes de División de Honor. Pero en Vilariño les había dicho que si tenían a alguien yo me marchaba. Esto fue una espina que tenía ahí clavada y creo que necesitaba convercerme de que realmente podía estar aquí entrenando en Primera Galicia”, destaca.
EL “CREER”DE SIMEONE
Pero este buen momento que atraviesa el equipo tiene para el técnico un porqué que viene del momento en el que se interesó en el libro de Diego Simeone, “Creer, el desafío de superarse siempre”. Por eso, González considera que el momento que está viviendo con el equipo no es una mea casualidad. “Les dije a mis jugadores que ya estamos aquí y vamos a seguir todo el tiempo que podamos”.
Sin embargo, yendo al fondo de la cuestión e intentando comprender qué cambios incorporó desde su llegada al Seixalbo, el técnico Milo González lo único que le dijo a sus jugadores es que les iba a ofrecer “trabajo y conocimiento, porque los entrenamientos los preparo, hablo del rival, pero no jugamos en función del contrario, sino que según jueguen ellos nosotros lo vamos a contrarrestar. Sí es cierto que tenemos nuestro propio sistema y nuestra identidad. Si hay buena actitud y trabajamos bien, el equipo va a ir para adelante”. Matiza que había jugadores que venían de la Segunda Galicia, “pero como yo quería, con ganas de jugar en Primer, llámense Nacho o Kevin, por ejemplo”.
El equipo puede sentir vértigo viviendo en las alturas de la clasificación, por eso para el entrenador “lo primero, hay que tener los pies sobre la tierra. Somos un equipo humilde, pero con jugadores con ganas de trabajar para ganar. Ellos ven que pueden hacer eso, pero ahora tenemos que mirar siempre para arriba. Vamos a tratar de salvarnos lo antes posible, pero en tierra de nadie nunca me gustó estar, entonces vamos a intentar seguir arriba, si se puede, y disfrutar hasta el final”, analiza Milo González.
