El fútbol es muchas veces caprichoso y si no que se lo pregunten al Maside, que hizo todo el gasto en el duelo en Cortegada, teniendo que conformarse con un empate (1-1) que le sabe a muy poco.
La primera parte fue intensa y disputada, como se preveía, pero los masidaos le imprimieron a su juego más velocidad, apostando por los desbordes de Cata, que tuvo a mal traer a su lateral y en una de esas escaramuzas sacó un remate bien controlado por el portero.
Los locales apostaron a las cabalgadas por el sector izquierdo de Azucarillo que tuvo su oportunidad con un disparo forzado que terminó en las manos de Pachi.
Poco después, Álex Bardelás cogió el mando, apoyado por el siempre activo Jhon y el Maside llegó con más efectivos para tratar de romper la igualdad. En el cierre del primer tiempo, el capitán visitante probó fortuna desde fuera del área que desvió a medias Cucho, pero no llegó otro jugador masidao para remachar la faena.
La segunda parte tuvo un dominador absoluto y ese fue el Maside, que adelantó líneas, presionó más en campo rival y comenzó a crear una catarata de ocasiones, A poco de reanudarse el partido, nuevamente Cata ganó por velocidad sacando un potente disparo que despejó Cucho y que por muy poco no pudo aprovechar su rechace su compañero Emilio Botana. De inmediato el que se animó fue Jhon, con un fuerte tiro que volvió a despejar el portero.
La insistencia de los masidaos tuvo su premio y esta vez apareció Carral con un remate cruzado que superó la resistencia de Cuchi para establecer el 0-1, de sobra merecido y justificado. Un minuto más tarde pudo caer el segundo de los visitantes y otra vez los reflejos de Cucho, que sería clave en el devenir del encuentro, desvió al corner un remate de Álex Bardelás.
El Cortegada se vio desbordado y no encontraba la fórmula para detener tremendo aluvión visitante, mientras el Maside quería sentenciar cuanto antes. La confianza del equipo de Josiño Rodríguez era tal que Martín Álvarez se animó y casi sorprende a Cucho, que envió sobre el larguero el tiro del centrocampista que más tarde dio más trabajo al cancerbero local, que envió su disparo a la esquina.
El conjunto celeste se encomendaba a su goleador Luchi, pero no tenía eco en ataque y además era bien neutralizado por los centrales masidaos. El tremendo esfuerzo de Cata obligó al técnico a tener que sustituirlo por un mediocampista.
En el tramo final del encuentro, pudo llegar el 0-2. Gran desborde por la banda derecha de Martín Álvarez que superó la estirada del cancerbero y terminó estrellándose en la base del poste izquierdo cuando el buen número de aficionados visitantes se aprestaban a cantar el gol.
Ante tantas ocasiones que no terminaron de cristalizar, el Maside pensó que lo mejor era aguantar la victoria parcial ante un Cortegada que con más corazón que ideas fue a buscar un empate que sería realmente un milagro, ya que en toda la segunda mitad no había inquietado la portería rival.
Con un hilo de esperanza, el conjunto entrenado por Ismael Fernández creyó que podía caer el gordo. Desde su ingreso por un agotado Toti, el atacante Maca puso en aviso a los masidaos, ganándole las espaldas a su marcador y su disparo fue despejado por Pachi.
En la siguiente jugada llegó lo que muy pocos creían, que el Cortegada salvara un punto en casa. Balón colgado al área que acabó aprovechando Pablo, cuyo remate parecía no tener muchas complicaciones para Pachi que, cuando quiso reaccionar, solo atinó a seguir absorto con la mirada cómo el balón se metía por la escuadra. Era el 1-1. En el descuento, la injusticia pudo ser aún mayor, cuando Luchi viendo al portero adelantado probó desde unos 30 metros, pero el esférico hizo un globo y se fue muy cerca del larguero. Al final, reparto de puntos en el Sumi Cortés.
