Economía

CaixaBank y Bankia pretenden tener ultimada su fusión antes de fin de año

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photo_camera Fachada de la sede social de Caixabank, situada en el edificio del antiguo Banco de Valencia.

Ambas compañías se encuentran actualmente en fase de auditoría legal, donde pueden ver sus cuentas y estudiar la unión

CaixaBank y Bankia pretenden apurar los plazos y acelerar al máximo los trámites pertinentes con el fin de tener ultimada su fusión antes de finales de año. La operación, que daría lugar a la primera entidad de banca doméstica en España, está aún en sus fases iniciales, pero arrancó con fuerza, al contar con la bendición del supervisor (el Banco Central Europeo) y el Ministerio de Economía, no así con la del socio de la coalición de Gobierno Unidas Podemos.

Actualmente, ambas entidades están en plena fase de "due diligence" (auditoría legal), en la cual se intercambian información y tienen acceso a sus respectivos libros con el fin de afinar los números de la operación. También contrataron ya a sus asesores. Una vez concluida la due diligence, CaixaBank y Bankia definirán cómo queda finalmente la ecuación de canje de acciones, el organigrama y el reparto de poder interno, el plan de reducción de capacidad instalada -que cuantificará las sinergias y el ahorro de costes-, el plan de negocio futuro, la sede social y el nombre de la entidad resultante.

Según la ecuación de canje que se baraja, La Fundación La Caixa controlaría un 30% del grupo resultante de la fusión, mientras que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), bajaría su peso de casi el 62% actual al 14%. Con datos a cierre del jueves, la capitalización bursátil de CaixaBank ascaendía a 10.859 millones de euros, mientras que la de Bankia se situaba en 3.178 millones. Si se tomaran como referencia estos datos para la ecuación de canje, los accionistas de CaixaBank tendrían el 70% de la nueva entidad, y los de Bankia el resto.

Consenso en el organigrama

En cuanto al organigrama, parece que las entidades se sentirían cómodas otorgando el sillón de presidencia a José Ignacio Goirigolzarri y el puesto de consejero delegado plenipotenciario a Gonzalo Gortázar. En el caso de José Sevilla, actual consejero delegado de Bankia, no se definió aún si tendría encaje en el nuevo organigrama. Respecto a la sede social, aunque ninguno de los dos se pronunció aún al respecto, es previsible que la entidad resultante mantenga la sede en Valencia, donde la tienen actualmente ambos bancos.

Si la operación sigue adelante, y una vez que los respectivos consejos de administración dieran el visto bueno a la fusión, CaixaBank y Bankia convocarían sendas juntas extraordinarias antes de finales de año para obtener la "luz verde" de los accionistas. En cuanto a las autorizaciones, y dada su presencia mayoritaria en España, es muy probable que ambas entidades notifiquen la operación a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en lugar de remitirla a Bruselas. 

El PP valora positivamente la unión y Podemos no la ve con buenos ojos

La próxima fusión de CaixaBank y Bankia no se ve con buenos ojos desde Podemos, el partido que junto al PSOE forma parte del Gobierno de coalición y que mostró su rechazo a esta gran operación financiera, que sí cuenta con el respaldo del PP, principal fuerza política de la oposición. De "preocupante" calificó la formación morada el movimiento que permitiría crear el mayor grupo bancario de España, al entender que supondrá una profundización en la concentración del sector bancario y tendrá un impacto negativo en el empleo.

Desde otro punto de vista, el PP considera que si la operación sale adelante sería una "noticia positiva" para la economía, en palabras de la vicesecretaria de Sectorial, Elvira Rodríguez, quien pidió que todo se haga con "transparencia". Además, reclamó protección para los clientes y trabajadores de las dos entidades, y pidió a la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, que acuda al Congreso para informar sobre la integración. 

En la misma línea, Vox, a través de su secretario general del partido, Javier Ortega Smith, que opinó que de esta fusión sale un sistema "más fuerte".

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