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Contra el hongo, cola de caballo

La cola de caballo es un fungicida muy utilizado para combatir hongos en agricultura.
photo_camera La cola de caballo es un fungicida muy utilizado para combatir hongos en agricultura.
El fungicida tiene diversos beneficios en el ámbito de la agricultura y en la medicina y es una excelente alternativa a los químicos más utilizados del mercado para combatir infecciones fúngicas 

Esta primavera estamos teniendo un tiempo intermedio, tenemos una semana de temperaturas altas y cielos despejados, seguida de una de temperaturas ligeramente más frías, acompañadas de precipitaciones.

Estas dos situaciones, de manera conjunta, forman un ambiente perfecto para la proliferación de hongos, de los “buenos” y de los “malos”.

Hongos como el mildiu, el oídio o la botritis, aparecen en esta época del año si las condiciones lo permiten, como lo están haciendo este año. Si comenzar a apreciar manchas blancas en el haz de la hoja, podemos estar ante un caso de oídio, si las manchas son en el envés y en el haz tenemos manchas amarillas puede que tengamos mildiu, si tenemos manchas circulares de color marrón grisáceo en las hojas, es botritis.

Todos estos hongos son relativamente fáciles de combatir, sobre todo si actuamos de manera preventiva. Existen medios que alertan de la presencia de esporas de estos hongos en el aire, para que los agricultores puedan tomar medidas justificadas y evitar así, una utilización indebida de químicos fungicidas, que después de ser aplicados, pueden pasar a las aguas subterráneas. Si queremos evitar el uso de químicos, ya sea para evitar la contaminación de aguas subterráneas o para obtener un cultivo ecológico, podemos contar con la cola de caballo.

La cola de caballo (Equisetum arvense) es un fungicida utilizado en agricultura para control de roya, oídio, mildiu, Phytophthora sp, Septoria, Botrytis sp, Sclerotinia y Pytihium, entre otras plagas fúngicas. El Equisetum arvense es una especie arbustiva perteneciente a la familia de las equisetáceas. Habita principalmente en el hemisferio norte, en zonas próximas a fuentes o corrientes de agua que le proporcionen la cantidad de humedad que necesita para desarrollarse. Es bastante común a todos los lugares húmedos de la costa este del litoral español (hasta los 1.800 metros de altitud).

La cola de caballo es además rica en minerales silicatados (10%), potasio, calcio, aluminio y magnesio. También contiene Equisetonina 5%, Isoquercitrina, Luteolina y Kaempferol, Nicotina, Palustrina y Taninos, entre otros. Tiene diversos usos como planta medicinal, pero se utiliza también en la agricultura ecológica como remedio natural contra hongos y plagas.

Si queremos salir en su búsqueda, deberemos tener clara una cosa acerca de esta especie, tiene dos tipos de tallos: unos tallos que son fértiles de entre 10 y 20 centímetros y luego los tallos infértiles que albergan las propiedades que buscamos, que miden entre 40 y 60 centímetros. Los tallos fértiles brotan a principios de primavera mientras que los infértiles brotan entre abril y mayo y se recolectan en verano dejándolos secar en manojos colgados a la sombra, para luego machacarlos y elaborar infusiones, decocciones, tinturas, cápsulas, ungüentos, cremas, etc.

Si no queremos salir al monte a buscar cola de caballo, disponemos de una gran variedad de compuestos comerciales, elaborados a partir de extractos vegetales de dicha especie. Pero si nos vemos capaces de encontrar dicha especie, solo tendremos que colectar los tallos infértiles y mantener los tallos fértiles y podremos volver a por más cada año, siempre y cuando recordemos donde estaba.

Su función en nuestro cultivo, es inducir la síntesis de defensas naturales por parte de las plantas, aumentando la resistencia de las plantas a los ataques de hongos omicetos, fortaleciendo también los cultivos frente a monilia. Un importante mecanismo de acción se basa en que favorece el engrosamiento de las paredes celulares, lo que impide la penetración de los hongos.

Son productos autorizados en agricultura ecológica y a tener en cuenta en agricultura de Producción Integrada. No tienen plazo de seguridad ni residuos y se pueden utilizar en pulverización mojando bien haz y envés de las hojas. También se pueden utilizar en el agua de riego por fertirrigación o aplicándolos directamente al suelo para controlar hongos de raíz y cuello.

Por eso es una excelente alternativa a los químicos más utilizados del mercado para combatir infecciones fúngicas.

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