La psicopedagoga Angélica Ferro Cid es la responsable del Gabinete Psicopedagógico del Campus de Ourense, que se inauguró la semana pasada.
La demanda de universitarios ourensanos que buscan ayuda y solución a sus problemas personales y académicos, a través de la atención especializada de expertos, obligó a la Universidad de Vigo a crear el primer Gabinete Psicopedagógico propio del Campus de Ourense.
La joven psicopedagoga de 24 años Angélica Ferro Cid es la responsable de este servicio, que abrió sus puertas esta semana en el sótano del Edificio de Ferro, con horario de 10 a 14 horas, de lunes a viernes; y de 17 a 20 horas, los martes y los jueves.
¿Cuál es la mecánica de funcionamiento de este servicio?
Ahora estamos en un primer proceso de darlo a conocer entre los alumnos del Campus. Luego trabajaremos de dos formas individualizadas. La primera es para los estudiantes que se acerquen por cuenta propia al gabinete, y la segunda, es a través de los profesores que nos darán las pistas y la información para saber quiénes son los jóvenes que necesitan ayuda.
¿La atención personalizada es algo fundamental?
Por supuesto, trabajaremos de forma individual dependiendo de las necesidades que tiene cada alumno, y ahí entran muchísimas cosas desde discapacidades físicas hasta psíquicas, sin olvidar cosas menos graves como el asesoramiento y la información sobre la selección de las materias optativas en su carrera. Pero también realizaremos actividades colectivas para abordar los problemas que más le preocupan a los universitarios; por ejemplo, de aquí a final del curso, haremos un proyecto experimental de cómo afrontan las situaciones de estrés relacionadas con los exámenes.
¿Qué tipo de actividades colectivas realizará el gabinete?
En principio tenemos pensado pedir la colaboración del Concello de Ourense para aprovechar las termas y sus beneficios terapéuticos y de automasaje, para que así los alumnos mejoren su estado de ánimo y puedan relajarse antes de los exámenes.
¿Cuáles son los principales problemas en el plano académico?
Falta de motivación hacia los estudios en las carreras largas, pues no llegan a saber si es realmente lo que les gusta, por lo que pierden el interés. Sin embargo, parece increíble pero se registran muchos problemas relacionados con la falta de técnicas de estudio, pues hay gente que hace muchos esfuerzos y consigue pocos resultados, ya que en ese momento la técnica que utilizan no es la adecuada.
¿Y en el plano personal?
Los problemas de ansiedad, de estrés y de falta de autoestima. Lo importante aquí es que tanto los conflictos personales como los académicos están conectados, y una cosa lleva a la otra. Hay que abordar a la persona íntegramente. Yo no soy psicólogo y no vamos a aplicar tratamientos médicos, lo que ofrezco son estrategias para mejorar la situación de los alumnos.
¿Dónde está la clave para lograr efectos positivos con la psicopedagogía?
La clave está en conocer al alumno y entender que es un trabajo lento y largo, en el que debe comprometerse toda la comunidad universitaria, tanto los profesores como los alumnos y los trabajadores.
¿Cómo surgió la idea de crear este organismo en el Campus?
Es un servicio que estaba en Vigo, y la chica responsable que estaba allí venía una vez por semana a Ourense. La demanda obligó a crear un gabinete propio, pues tanto para ella como para los alumnos era complicado desplazarse hasta allá para recibir asesoramiento. Es un servicio que debe estar disponible en cualquier momento.
La joven psicopedagoga de 24 años Angélica Ferro Cid es la responsable de este servicio, que abrió sus puertas esta semana en el sótano del Edificio de Ferro, con horario de 10 a 14 horas, de lunes a viernes; y de 17 a 20 horas, los martes y los jueves.
¿Cuál es la mecánica de funcionamiento de este servicio?
Ahora estamos en un primer proceso de darlo a conocer entre los alumnos del Campus. Luego trabajaremos de dos formas individualizadas. La primera es para los estudiantes que se acerquen por cuenta propia al gabinete, y la segunda, es a través de los profesores que nos darán las pistas y la información para saber quiénes son los jóvenes que necesitan ayuda.
¿La atención personalizada es algo fundamental?
Por supuesto, trabajaremos de forma individual dependiendo de las necesidades que tiene cada alumno, y ahí entran muchísimas cosas desde discapacidades físicas hasta psíquicas, sin olvidar cosas menos graves como el asesoramiento y la información sobre la selección de las materias optativas en su carrera. Pero también realizaremos actividades colectivas para abordar los problemas que más le preocupan a los universitarios; por ejemplo, de aquí a final del curso, haremos un proyecto experimental de cómo afrontan las situaciones de estrés relacionadas con los exámenes.
¿Qué tipo de actividades colectivas realizará el gabinete?
En principio tenemos pensado pedir la colaboración del Concello de Ourense para aprovechar las termas y sus beneficios terapéuticos y de automasaje, para que así los alumnos mejoren su estado de ánimo y puedan relajarse antes de los exámenes.
¿Cuáles son los principales problemas en el plano académico?
Falta de motivación hacia los estudios en las carreras largas, pues no llegan a saber si es realmente lo que les gusta, por lo que pierden el interés. Sin embargo, parece increíble pero se registran muchos problemas relacionados con la falta de técnicas de estudio, pues hay gente que hace muchos esfuerzos y consigue pocos resultados, ya que en ese momento la técnica que utilizan no es la adecuada.
¿Y en el plano personal?
Los problemas de ansiedad, de estrés y de falta de autoestima. Lo importante aquí es que tanto los conflictos personales como los académicos están conectados, y una cosa lleva a la otra. Hay que abordar a la persona íntegramente. Yo no soy psicólogo y no vamos a aplicar tratamientos médicos, lo que ofrezco son estrategias para mejorar la situación de los alumnos.
¿Dónde está la clave para lograr efectos positivos con la psicopedagogía?
La clave está en conocer al alumno y entender que es un trabajo lento y largo, en el que debe comprometerse toda la comunidad universitaria, tanto los profesores como los alumnos y los trabajadores.
¿Cómo surgió la idea de crear este organismo en el Campus?
Es un servicio que estaba en Vigo, y la chica responsable que estaba allí venía una vez por semana a Ourense. La demanda obligó a crear un gabinete propio, pues tanto para ella como para los alumnos era complicado desplazarse hasta allá para recibir asesoramiento. Es un servicio que debe estar disponible en cualquier momento.
