Así fue la boda que se celebró en Ourense, en pleno Entroido

Rubén y Beni decidieron que su boda sería una fiesta más de Entroido, y así sorprendieron a toda la ciudad con un enlace matrimonial lleno de disfraces en pleno corazón de Ourense

¿Una boda a lo loco o un disfraz de Entroido que se les ha ido de las manos? Eso es lo que debieron de pensar los vecinos que esta sábado se encontraron con, probablemente, la boda más surrealista que se ha visto en Ourense.

Y es que Rubén y Beni decidieron que su aniversario de boda iba a coincidir con el sábado de Entroido. Este, ahora matrimonio de Ourense no sorprendió demasiado con su locura: "Los que me sorprendieron fueron mis amigos a mí, hubo algún disfraz que era un espectáculo".

La idea

Aunque Beni es de Xinzo y "lleva el Entroido en las venas", Rubén confiesa que él fue el quien planteó esta aventura. El amor, todo locura. Llevan 12 años juntos, tienen dos hijos juntos y viven todo con esa pasión.

Todo empezó como un formalismo, hasta hace poco ni siquiera estaban registrados como pareja de hecho, y eso podía suponer algunas trabas administrativas. Pero una pareja como ellos, no podían simplemente firmar un papel.

Disfrazarse en una boda como costumbre

Rubén cuenta que no es una idea tan original, si acaso, una costumbre llevada al extremo. Ya se ha convertido en costumbre colarse en la boda de sus amigos con algún disfraz cantoso: "A las últimas cuatro o cinco bodas de la pandilla ya fuimos disfrazados, con falda escocesa, de baloncesto, de todo".

Por eso, dieron pista libre para que sus invitados escogieran los disfraces más estrambóticos en su propia boda: "Si yo a las bodas de los demás voy como me sale del carallo, cómo le iba a decir a los demás cómo venir a la mía", se ríe Rubén.

Reacciones

Evidentemente, una boda como esta en pleno centro de Ourense llamó la atención de todo el mundo. Aseguran que había casi más curiosos que invitados, "y eso que éramos 200 en la ceremonia".

Pero entre los familiares también hubo reacciones de todo tipo. Los pequeños de la familia ya habían filtrado algunos detalles de esta curiosa boda, por lo que cuando Rubén le contó a su madre la idea su reacción fue decir "menos mal que es en el Entroido, ya pensé que nos querías disfrazar en agosto".

Pero es que después de esta locura, los comentarios no fueron a menos. Su primo, recién llegado de Suiza, casi no podía creerse lo que estaba viviendo: "Me habéis destrozado la vida, a ver cómo supero yo esto". Y es que en pocos meses le toca a él pasar por el altar.

Aunque, la mejor de las respuestas, sin duda, fue ese "sí, quiero" que ambos novios se dieron.

Después de la boda

Lo que ambos tenían claro era que "si nos casamos en esta fecha es para disfrutar del Entroido", por lo que querían salir a la calle cuanto antes a vivirlo.

Y así fue, toda esta gran familia compartió uno de los días más importantes de su vida con todos los vecinos de Ourense.

Al día siguiente, los hijos ya preguntaban que cuándo volvían a repetirlo. ¿Quién no quiere vivir un Entroido así?

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