Domingo "Oleiro". Jornada del Entroido limiano para poner a prueba los reflejos y la puntería, pero también el nivel de "retranca" y humor. El segundo de los fines de semana del ciclo es, para muchos, el favorito. El del pueblo.
Después del "colgamento do meco", noche que marcó el inicio oficial del carnaval en Xinzo, la villa continuó sumergida en los años 20 hasta primera hora de la mañana ayer con un gran folión que marcó el ritmo, como bien había anunciado la comisión de fiestas, "ata que os corpos aguantaron".
A primera hora de este domingo eran los más pequeños los primeros en salir a la Praza Maior para disfrutar de una mañana dedicada a ellos en el marco del "Oleiro" infantil.
Vestidos de "abueliños", subidos a burros de juguete o en carritos, los "entroideiros" más jóvenes de Xinzo de Limia llegaban al centro de la villa dispuestos a jugar un buen rato con las "olas". Para ello, a media mañana partía desde el Museo Galego do Entroido un carro con centenares de estas vasijas de barro procedentes de Niñodaguia.
En círculos, y coordinados por la organización del Entroido limiano, los pequeños lanzaron con estilo las piezas que, pocos minutos más tarde, quedarían hechas añicos. Los padres, orgullosos, observaban el juego detrás de las vallas y aprovechaban para retratar a los niños con sus teléfonos móviles. Algunos de los pequeños congregados en la plaza se resistían a acabar la fiesta y continuaron jugando con los trozos de barro que quedaron amontonados en el suelo durante largo tiempo.
Música
La música tradicional no faltó durante toda la mañana a esta cita que fue la antesala al "Oleiro" de adultos y que comenzaría tan sólo un par de horas después. Rebulir, Candaira, Lirolaio, Cantaralai, Os Ghalos d´Antioquía y Os da Pedra Alta fueron los encargados de que la música más tradicional y apropiada para la cita, no dejase de sonar ni un sólo instante.
A las 17,00 horas partía, por segunda vez, un carro lleno de "olas". El destino era el "Oleiro" de adultos. La comitiva, encabezada por miembros de la Asociación A Pantalla, recorrió la rúa Dous de Maio y parte de la avenida de Ourense hasta llegar a la Praza Maior, abarrotada para la ocasión.
El carro se instaló en el medio de la plaza y a los pies de un meco alrededor del cual centenares de personas se agolparon haciendo un círculo. Otros estaban dispuestos a observar el juego desde los balcones más cercanos y los más miedosos se quedaron en las filas de atrás: "Ai, eu adiante non me poño que é un pouco perigoso", decía una limiana al llegar a la plaza.
Una veintena de participantes puso a prueba puntería, fuerza y reflejos. El público animó con palmas el inicio del juego. Apenas un minuto más tarde, se rompía la primera vasija. "Alá foi a ola ao carallo", exclamaba en el momento otro espectador.
El segundo aplauso se escuchó con el choque de dos "olas" en el aire y también un "ole, ole" al compás de dos de los participantes que lograron intercambiar varios lanzamientos sucesivos sin ningún fallo.
Después del "Oleiro" la retranca se apoderó de la villa. Por la rúa dos viños no faltó el sarcasmo político con un "tiro a dar" en el que los que quisieron "desahogarse" derribaron latas con las caras de los políticos de la villa. La plaza retornó a los años 80 con Fariña y las cajas de Winston. El Entroido de Xinzo continuará el próximo sábado y domingo de Corredoiro con el estreno de las Pantallas.
