Cada año son más. Los zarramoncalleiros, traje del Entroido de Cualedro. Cada año salen a correr las calles más: jóvenes y mayores, mujeres y hombres, cualedrenses y adoptados. Cada año, Cualedro trabaja para mantener su tradición. Y lo están logrando. Ayer, Domingo de Corredoiro se vieron -espléndidos- corriendo por las calles de la localidad a decenas de zarramoncalleiros.
Fueron los protagonistas. Sus mitras amarillas y florales destacaron entre la gente. De casa en casa fueron saludando a los vecinos, donde muchos de ellos los invitaron a comer y beber para reponer energías. Y entre esos que los contemplaban con asombro, se escuchaban “que emoción!”, “isto a min ponme os pelos de galiña” y, como no podía ser de otra manera, “viva o Entroido de Cualedro!”.
Así transcurrió el Domingo de Corredoiro, con los zarramoncalleiros de protagonistas. Aunque no faltó la alegría, las ganas de “jarana” y las comidas entre amigos. Una cita para no olvidar, para que vecinos y concello se sientan orgullosos por, año tras año, mejorar la organización, la participación y, en definitiva, “recuperar o que é noso, a nosa tradición, para que viva moitos anos, de xeración en xeración”, anotaba Luciano Rivero, alcalde de Cualedro, orgulloso de ver la implicación de los vecinos.
A Xironda
En A Xironda, del mismo concello y donde la mázcara es la protagonista, también celebraron el Domingo de Corredoiro, “aínda que para nós o día máis importante é o Domingo de Entroido”, cuenta una entroideira que viste año tras año el traje. Así, las mázcaras corrieron por el pueblo durante la tarde de ayer para entrar en contacto con el Entroido y avisar a los vecinos de que el Entroido está cerca.
