La villa de Verín cuelga el cartel de “completo” para el Xoves de Comadres y el sábado posterior
El Entroido está a la vuelta de la esquina y la provincia ourensana comienza ya a prepararse para recibirlo por todo lo alto. Muchos de los municipios ya han iniciado sus actividades previas y los negocios comienzan a sentir su proximidad. Tanto es así, que algunos de ellos ya están completos al 100% para sus días grandes, mientras que otros se encuentran a entre el 70% y el 80% de ocupación.
Aunque puede parecer algo precipitado, los hosteleros apuntan a que no es así, ya que la celebración de la tradición ourensana es muy prematura este 2024. Xinzo de Limia arranca con su “Petardazo” el 20 de enero, mientras que otras localidades como Verín o Viana do Bolo celebrarán ya el 1 de febrero el Xoves de Compadres. Y es que, en apenas un mes, la provincia estará inmersa en el evento más destacado del año, que atrae a miles de personas a la provincia.
La gran afluencia influye de manera muy positiva en la economía de villas y municipios y para muchos negocios, esta es una época “clave para sobrellevar lo que resta de año”. Varios negocios de Verín ya han colgado el cartel de completo para Comadres. Ejemplo de ello son el Restaurante Brasil, el Restaurante Regueiro da Cova o el Restaurante Casa Zapatillas. “Estamos prácticamente completos dun ano para outro”, explican desde el Restaurante Brasil, al que ya no le quedan huecos para Compadres, pero tampoco para el sábado de Entroido. “Para o resto de días temos unha ocupación en torno ao 70% ou o 80%. Este ano o Entroido é moi cedo e a xente aproveitou para facer reservas”, añaden. Similar es la situación de Casa Zapatillas, que ha ocupado ya el 100% de los dos días más fuertes -Comadres y Sábado de Entroido- y asegura ter “algún oco para compadres e para o resto de días”.
El Restaurante Regueiro da Cova o el Restaurante Gandainas también se encuentran en una situación similar, y es que el primero de ellos también asegura haber colgado el cartel de completo para comadres “fai tempo”. “Queda un mes para Entroido e entendemos completamente que a xente chame xa para reservar”, manifiestan desde Regueiro da Cova.
Otros municipios
Hosteleros de otros municipios como Viana do Bolo manifiestan también encontrarse en un número elevado de reservas. Así lo corrobora Casa Chías, donde están ya completos para compadres, “solemos estalo dun ano para outro”, manifiestan, mientras que para comadres la ocupación roza ya el 90%.
Parece que menos previsores son en Xinzo, donde restan tres semanas para el “Petardazo” de salida del Entroido – el 20 de enero será el reloj de la Praza Carlos Casares el que marque el inicio oficial de la esperada fiesta- hoteles y restauración aún están a la espera de un gran número de reservas. Achacan esta falta de reservas a la proximidad de las fiestas navideñas, pero todos coinciden en que el lleno será absoluto. Desde el Hotel- Restaurante Orly señalan que tienen reservas de comidas y cenas para los días centrales de la celebración, pero “aínda temos dispoñibilidade”, y es que el número de comidas diarias en el Entroido asciende en este negocio a 250. No ocurre lo mismo con sus habitaciones, donde ya han colgado el cartel de completo para el “Petardazo” y están casi llenos para el domingo “Fareleiro”. En contraposición, el Hotel Xinzo no admite reservas hasta después de la llegada de los Reyes de Oriente, pero también saben que el lleno está asegurado.
Semejante es el caso del Café-Bar-Restaurante Pasión, donde no quedan huecos ya para degustar su comida en el “Petardazo”. “Estamos elaborando os menús para todo o Entroido, pero ese día temos grupos de 20-30 persoas e xa estamos completos”, señalan. Desde la Pizzería Río Salas afirman que “a cousa vai un pouco sobre a marcha” pero que a una semana de la celebración el lleno “está asegurado”. Con la comisión y el Concello de Xinzo de Limia perfilando los últimos detalles, con la presentación del cartel ya realizada, los turistas aún tienen disponibilidad en los diferentes negocios hosteleros del lugar.
Atrás quedan los tiempos de pandemia que generaron inseguridad en el sector de una hostelería que, cinco años después, ya calienta motores para lo que, según se prevé, será un Entroido “por todo lo alto”.
