Las modistas, a contrarreloj: "¡Buf, es que no damos abasto!"

photo_camera Las tiendas de telas, disfraces y modistas trabajan sin descanso en Verín y Xinzo. (Foto: Martiño Pinal).
Los establecimientos de Entroido recuperan este año el nivel de ventas de antes de la pandemia

El reloj de la Praza Carlos Casares de Xinzo llegó a cero el pasado sábado durante el Petardazo. Sin embargo, hay otro sector que todavía vive su particular cuenta atrás: Las modistas del Entroido, las artífices de los disfraces que llenarán desfiles, citas tradicionales, cenas y comparsas. También estas trabajadoras, junto a las vendedoras de telas o de disfraces ya elaborados, han recuperado la normalidad en este 2023 y, aunque los clientes más previsores hicieron sus encargos hacia final de año, estos días son, sin duda, los más frenéticos para ellas. 

La diferencia con respecto al año pasado en cuanto a encargos y ventas es considerable, ya que en 2022 todavía no estaban claros los términos en los que se podrían celebrar las programaciones “entroideiras” debido a la pandemia. “Tenemos muchísimos. El año pasado no hubo tantos encargos, pero este, ¡buf!, ¡No damos abasto!”, señala Rosi Fernández, de Telas y cortinas Rosi, en Xinzo de Limia. “Este año la gente quiere fiesta después de dos años, y estamos a tope”, añade.  

En el caso del establecimiento limiano y una vez pasado fin de año, se dio comienzo a la campaña de Entroido. Actualmente ya no aceptan más encargos y, en total, elaborarán 500 disfraces. Para ello, Rosi cuenta con la ayuda de otras cinco mujeres. “Siempre trabajamos las mismas. Mientras no se nos jubilen…”, dice. “Es un oficio para el que, la verdad, no vemos relevo. En Xinzo este año dos o tres ya dejaron de coser. Cada vez hay más demanda y menos modistas”, añade. 

Aunque el grueso de su clientela es de la capital antelana, Rosi recibe a compradores tanto de Verín, como de Allariz o Celanova e incluso Ourense: “La gente se mueve mucho en la provincia, busca variedad”, puntualiza la modista limiana. Con ella coinciden los propietarios de tiendas de telas y disfraces de Verín, quienes también están trabajando sin descanso con clientela de diferentes puntos de la provincia.

Y es que los establecimientos con productos destinados al Entroido viven gran parte del año con lo que ganan en esta época: “O que vendemos nesta época de Entroido axúdanos para vivir o resto dos meses do ano, é o noso agosto”, señala Puri Gómez, de la tienda Trapos de Verín. Mientras corta telas para verinesas y vecinos bilbainos en un espacio lleno de colores e infinidad de texturas, Gómez afirma que este 2023 se recuperó “o nivel de ventas de antes da pandemia, por fin volvemos a traballar como antes”.  

Unas calles al lado se ubica la tienda Telas Julia, en la que los clientes observan la variedad de telas expuestas: “Estase vendendo moi ben, temos bo sabor de boca despois de dous anos”, afirma Jaime Vispo, quien nota como la ilusión entroideira vuelve al 100%: “A xente quere colorido, desfrutar do que non se puido estes dous anos e vese nas vendas”, añade.

Desde el comercio de disfraces de la villa, Zarapelos, su dependienta, Mari Matías, asegura que “este ano a xente ten moitas ganas de Entroido, e nótase, comeza a haber moito movemento”, mientras atiende a una clienta de A Gudiña que busca disfraces para no faltar a la cita entroideira en Verín. Y es que son muchos los que esperan con ansia el Entroido, “senón que nolo digan a nós, que non estamos parando nada estas semanas”, concluyen desde Trapos, con regla y tijera en mano.

Las telas triunfan entre las comadres y los niños

Día tras día entran en las tiendas de telas y disfraces decenas de personas, destacando -indiscutiblemente- los grupos de mujeres y profesores de colegios o padres que preparan disfraces para sus hijos. “Este ano estou traballando moitísimo con mulleres, que ou ben preparan os disfraces para o Xoves de Comadres en Verín, ou para calquera día de Entroido en calquera punto da provincia”, explica la propietaria de Trapos. Puri Gómez asegura que también está vendiendo muchas telas para los más pequeños de la casa: “Veñen por telas para os disfraces dos coles”. 

Algo que notan en falta desde los establecimientos de venta de telas es el reducido número de comparsas que preparan disfraces para los desfiles de Entroido. “Os grupos de comparsas este ano non optaron por mercar telas, nós temos cero”, anota Jaime Vispo.

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