La avenida de As Caldas se convirtió ayer en escenario del evento “entroideiro” más famoso de A Ponte. Los monjes más famosos del barrio, los de Frei Canedo, salieron ayer en “solemne” procesión con su santo, al que honran cada año entre música, diversión, bebidas y comida.
El día grande empezó a media tarde con charangas y pasacalles a orillas del Miño, mientras los cofrades preparaban a su “santiño”. Poco después, los monjes purificaron la zona con el conocido como “potefumeiro”, una versión “made in” Canedo del conocido “botafumeiro”. Los cofrades del furancho dieron su sermón, delante de los vecinos pontinos, a los que presentaron la nueva hornada de monjes que se estrenan en el cargo.
Pasadas las ocho de la tarde, multitud de vecinos esperaban en las aceras de As Caldas al ya típico paseo “entroideiro”. Cómo no, al frente de la procesión, Frei Canedo, aupado por agentes de la Guardia Civil y voluntarios de Protección Civil. Detrás, la comitiva del resto de cofrades, acompañados de las numerosas comparsas. En el desfile no faltó el tradicional tren, que puso música y animó a bailar a los vecinos. Tampoco faltaron personajes de todo tipo: desde geishas llegadas desde Japón a esquimales, la famosa familia Adams (con Miércoles incluidas) o los protagonistas de la conocida serie televisiva “Equipo A”.
El Jrupo Armado de Liberación Pontina (Jalpón) también participó en la procesión de Frei Canedo, e incluso sacó también a pasear a su propio santo, con su copa de licor café. Magos, payasos y animales de circo sorprendieron con sus trucos al público, y una gran batucada musical cerró el desfile.
Tras la procesión, monjes y vecinos compartieron una “solemne” cena a orillas del Miño, para luego bailar con la música del grupo “Somoza”. Los fuegos artificiales pusieron el punto y final al día grande de Frei Canedo, que celebra este 2023 su vigésimo Entroido.
