TRÁFICO DE DROGAS

Una asociación cannábica en Barcelona vendía droga a 100 turistas diarios, previo carnet de socio

La asociación, que llegó a tener 16.000 socios, utilizaba unos denominados 'agentes verdes' que captaban a clientes en las zonas céntricas.

La Guardia Urbana de Barcelona y la Guardia Civil han llevado a cabo una investigación conjunta que ha concluido con la clausura por orden judicial de una asociación cannábica en el barrio del Raval que captaba a 100 clientes al día entre los turistas que visitan el centro de la ciudad y también menores, y que vendían, además de hachís y marihuana, golosinas con THC, principal compuesto de la marihuana.

En rueda de prensa, el intendente de la Urbana Joan Rodríguez ha explicado que la investigación, que se inició en julio, ha dejado "patente que no se trataba de consumo compartido y que se estaba realizando de forma pura y dura tráfico de drogas".

La asociación, que llegó a tener 16.000 socios, utilizaba unos denominados `agentes verdes` que captaban a clientes en las zonas céntricas como La Rambla y plaza Catalunya, principalmente europeos, y también estadounidenses y australianos, y de hecho era una de las que más turistas captaba en Barcelona.

Durante la investigación se ha constatado que en la asociación había menores de 17 años a los que se permitía entrar y consumir droga.

A los clientes les hacían un carné por 20 euros, haciéndoles creer que podían adquirir y consumir marihuana y hachís de forma "totalmente legal", y les permitían sacar la droga del local, y en los dos meses que duró la investigación se constató que habían captado a 2.000 nuevos socios.

CINCO DETENIDOS

En la operación Matujo ha sido detenido el presidente de la asociación --un testaferro de los verdaderos líderes-- y a cuatro captadores, de nacionalidades española, húngara, colombiana, marroquí y marfileña, y otros cuatro individuos han sido investigados --dos nigerianos, un sueco y un italiano--.

La asociación cannábica 420 estaba en el número 7 de la calle Notariat y fue precintada en agosto, aunque los responsables del local se saltaron el precinto y volvieron a realizar la actividad; de hecho, ya había sido objeto de varias inspecciones dentro de la operación de control del Ayuntamiento a este tipo de locales.

El capitán de la Guardia Civil Alfonso Casajús ha explicado que el 95% de los socios eran turistas y que los captaban "bajo un halo de legalidad ficticia" permitiéndoles consumir, adquirir y sacar al exterior la droga sin restricciones de cantidad, a una media de 10 euros el gramo de droga.

En el local se ofrecían a la vista de los clientes golosinas que contenían THC, un formato especialmente peligroso porque el efecto de la droga es "retrasado", lo que puede dar lugar a más intoxicaciones y sobredosis.

Para el intendente de la policía barcelonesa, que se proporcionase droga en este tipo de producto es "alarmante" porque es similar a dulces infantiles y no llevaba ninguna etiqueta distintiva, lo que podía suponer que acabara en manos de menores y producir confusiones.

La investigación se inició al recibir varias denuncias y quejas de los vecinos por la actividad de la asociación, constituida legalmente en 2013, y por el mal olor debido a la marihuana.

En el local, además, se vendían bebidas alcohólicas y se incitaba al consumo de marihuana y se pasaba música y vídeos, lo que contraviene con la normativa de este tipo de asociaciones.

Se han intervenido casi 6.000 gramos de cogollos de marihuana, 269 gramos de hachís, 212 dulces con THC, 74 porros, 1.515 euros en efectivo, cuatro básculas y documentación.

Te puede interesar