CINCO DÍAS EN OURENSE

Un Ibex35 que se sitúa en un 3% en rojo

El termino velocidad  de crucero no  sirve cuando el desgaste social ha sido tan elevado

PRIMERA JORNADA: VELOCIDAD DE CRUCERO
Qué útil es la hemeroteca y que accesible en internet. Luis de Guindos, ministro de economía, manifestó durante los años 2014 y 2015 que la economía española mantenía una velocidad de crucero; y ahora en funciones lo vuelve a hacer.  Lo dijo en septiembre de 2014: “convencido de que la economía parecía que tenía una velocidad de crucero próxima al 2 %”, lo corroboró en octubre del mismo año: “lleva un  ritmo de crecimiento a una velocidad de crucero en torno al 2% anualizado” y en 2015 con un “ha comenzado el año con una velocidad de crucero del entorno del 3,5%” . Acabó en un 3,2. Y aunque acertado, de poca sensibilidad después de siete años de cura de caballo en este periplo financiero.  Si la velocidad crucero es la velocidad media intentando sufrir los mínimos esfuerzos posibles durante el viaje, el ministro  olvida que los ciudadanos han hecho y todavía hacen ingentes  esfuerzos, aquellos que les ha exigido el gobierno, para hacer frente a la crisis. Y sí ha supuesto esta travesía en muchos casos dificultades severas.

SEGUNDA JORNADA: DEPENDE DESDE DÓNDE
Ahora el ministro en funciones dice que «la velocidad de crucero» de la economía permite seis meses de un gobierno provisional”.  Mientras el Ibex 35, el principal índice bursátil de referencia de la bolsa española  formado por las 35 empresas con más liquidez que cotizan en el las cuatro mercados españoles se sitúa en un -3% rojo.  Un 10% por debajo de cuando el partido gobernante llegó a la Moncloa. Pero tranquilos señores que España va bien y la velocidad de crucero depende desde dónde.  Y cuidemos las expectativas. Y carece de sentido  hablar de economía fuera de estos términos cuando tenemos un ministro con un doctorado infundido por los votos que diga que no pasa nada.  

TERCERA JORNADA: NUEVA CITA CON EUROPA
Una España sin Gobierno claro se convierte en un problema europeo, y si a este estado de incertidumbre se suma casi la mitad de Catalunya, la comunidad que más aporta al producto interior bruto, que se pronuncia en favor de la independencia entonces el país como problema se convierte en serio. En estos días el presidente de la Comisión Europea, se ha pronunciado tres veces en favor de la pronta constitución de un gobierno estable y también se ha pronunciado el presidente de la conferencia permanente de los ministros de Economía de la zona euro, quien ha manifestado que “El presupuesto español para el 2016 incumple las reglas”... 
A este pais le espera un ajuste adicional para esta primavera de unos 10.000 millones de euros, que acometeremos mediante una nueva reducción del gasto público o con una nueva subida general de impuestos. 

CUARTA JORNADA:  NO TENEMOS CREDIBILIDAD 
Parece que el mensaje salido de la Comisión Europea sea el contrario al del ministro de:“daos prisa que hay que recortar. Os espera una cita con las tijeras”. Y lo sensato sería darle continuidad a nuestra línea de credibilidad europea, si es que la tenemos porque si tomamos dos casos similares como España e Italia con una prima de riesgo parecida aunque con una diferencia de deuda de 30 puntos a nuestro favor; y  con diferencias aún mayores si seguimos poniendo el foco: Italia por ejemplo está 10 puntos por encima  en su presión fiscal a los ciudadanos que España, por lo que a efectos de devolver deuda su espacio fiscal se limita más; y tiene un crecimiento tendencial penoso en los últimos 30 años, de medio punto sobre el PIB;  el de España está por encima del 2%.  Aunque las dos economías tiene la misma credibilidad. La historia nos dice que por ahí adelante no nos toman muy en serio  y ello tiene que ver con nuestro historial y con nuestro déficit estructural. 

QUINTA JORNADA: SOMOS INGOBERNABLES
Llevamos más de un mes sin un gobierno en condiciones y  de momento ha bajado el paro. Cataluña no se ha independizado. Y las quinielas siguen sin cuadrar, por lo que todo puede pasar. Aunque al final  lo que pasa  es que somos bastante ingobernables, a mi al menos  el concepto me representa bastante bien, la verdad. A QUE SÍ. 

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