Chelo García-Cortés: "Ourense me vio nacer y me hizo sensible, aunque me haga la dura"

Foro La Región con Chelo García-Cortés
photo_camera Foro La Región con Chelo García-Cortés
Revive el Foro La Región de Chelo García-Cortés con el vídeo al completo, en el que se pueden escuchar las propias palabras de la invitada

Chelo García-Cortés Cadavid llegó este jueves al Foro La Región como un torbellino. La protagonista paseó casi por cada una de las butacas de la sala del centro Marcos Valcárcel, que se llenó para escuchar el relato autobiográfico de la periodista del corazón que, mucho antes de ser una de las profesionales más populares de la prensa rosa, fue la locutora de radio más joven de Ourense. La ourensana vivió ayer emotivos reencuentros, especialmente con las que llama sus “primas del alma”, que estaban en primera fila, como no podía ser de otra forma. Pero también atendió a amigos y fans que se sentaron a escuchar la historia de “Sin etiquetas”, el libro en el que Chelo García-Cortés Cadavid habla más de ese segundo apellido desconocido para muchos. El de su madre, Chelo Cadavid, “una mujer bellísima” de Ourense que se fue antes de tiempo, de manera trágica, cuando la periodista apenas tenía once años.

La periodista ourensana Carolina Piñeiro fue la encargada de presentar a la ponente, a la que le aseguró comprender “por qué la narración de tus memorias ha sido un ejercicio tan complejo”.

“En Sálvame dicen que no hablo, pero yo hablo”, bromeó la periodista Chelo García-Cortés para animar al público a que le preguntase cualquier cosa. También presumió de su trabajo, señalando que “en Sálvame estoy porque quiero y porque me quieren”. Y añadió: “Y todo es real, eh”.

García-Cortés alabó su participación en el Foro La Región: “Me precede en este foro gente muy importante de este país, además tengo mucho cariño a este diario. Es un honor presentar el libro en mi tierra. Nunca pensé estar en el Foro La Región”. De hecho, iba a participar en mayo pero quiso apurar.

También se disculpó por no hablar demasiado en gallego, pero “soy de una generación en la que conseguí el trabajo en La Voz del Miño por hablar perfecto castellano”. Sobre esta etapa también contó anécdotas: accedió librándose del servicio femenino de la época. Mintió diciendo que se había hecho daño en un brazo esquiando en la Estación de Montaña Manzaneda, por lo que cambiaron su misión de cuidar ancianos por la radio. En Ourense descubrió su pasión.

Una de las asistentes al foro le leyó una noticia antiquísima de La Región: la de la boda de sus padres. Chelo García-Cortés, curiosa, quiso saber por qué le mencionaba ese artículo. Tuvo que insistir, con la complicidad del público: la madre de la asistente, de 95 años, resultó ser familia de Chelo. “Ves lo que es Ourense y el foro. Graciñas”, se alegró la ponente, prometiéndole un vídeo a su recién descubierta familiar.

“Ourense es la ciudad que me vio nacer, donde está mi familia materna, la ciudad que me ha hecho sensible a veces. Otras veces me hago la dura para que no se note”, contó.

Aunque el foro fue divertido, y en tono distendido, la ponente también encontró hueco para una reivindicación: “No existe solo el cáncer, también la salud mental. Hay que apechugar y dar más potencia a la salud pública”, apuntó.

Le preguntaron por su amiga Bárbara Rey. “Es la otra mujer de mi vida. Cuando volví del programa  Supervivientes tuve la suerte de tener a mi mujer Marta y a Bárbara al lado. Es la amiga del alma que tengo”, señaló. Y la cosa se animó: “A Bárbara Rey se la ha tildado de ‘pu’ y a Corina se la ha endiosado”, señaló la periodista sobre las dos mujeres que la prensa del corazón ha colocado como amantes del rey emérito.

Sobre la etapa de Supervivientes, aseguró que “me sirvió para saber hasta donde puedo llegar”. Y animando a su mujer, Marta, en primera fila, a taparse los oídos, aseguró al auditorio: “Volvería a ir”.

Otro asistente quiso saber por su experiencia en el mundo audiovisual. Chelo, que le animó a tratarse de “tú”, señaló que “cada uno tiene que contar su historia, su vida, como quiera. Hay que ser libres. Yo me siento libre, digo lo que quiero y como quiero”. Su prima, al final, le animó a recordar la pandilla del Parque, cuando jugaban al brilé y le empezó a gustar “Parras”, por el que preguntó en la sala. El tal “Parras” no estaba o no se animó. En “Sin etiquetas” hay más anécdotas similares.

Te puede interesar