- ¿Cuándo? 21,00 horas
- ¿Dónde? Telemiño y la web de La Región
Con la salud en la primera línea de batalla y la economía en el horizonte de las preocupaciones, el bienestar personal en una situación tan excepcional no debe pasar desapercibido. Un encierro prolongado y un "día después" incierto marcan las inquietudes de la sociedad. Por eso, el psicólogo Javier Urra protagonizará esta noche una conferencia-coloquio virtual donde atenderá las dudas de los lectores. Esta nueva edición del Foro La Región telemático será a las 21,00 horas, y se podrá seguir a través de www.laregion.es. Las preguntas se pueden enviar al correo electrónico ([email protected]) o por mensaje de texto o nota de voz en WhatsApp, al número 638 861 981.
¿Cómo nos va a afectar como sociedad esta crisis sanitaria y el confinamiento obligado?
En la mayor parte de la población va a haber un choque entre egoísmo y solidaridad. A mi me preocupa más la salida que el confinamiento. ¿Por qué? Porque te encuentras que ya no estás confinado, que tienes que buscarte la vida, no tienes poder adquisitivo, problemas para llegar a fin de mes... Y todo en una sociedad en la que creo que a reverdecer un poco la violencia. Hay mucha tensión contenida. Y considero que, problemas como la violencia de género, por desgracia, van a repuntar cuando esto pase. Habrá conflictos políticos, económicos y sociales.
"A partir de un mes de confinamiento habría que buscar formas controladas y limitadas para que los niños puedan salir"
"Estar sanos y confinados no es lo elegido, pero no es lo peor. Seamos conscientes de ello".
"Al volver a la normalidad, habrá un choque entre lo que la gente quiere hacer y la realidad".
Pero cada caso es un mundo. ¿Está afectando igual a todo el mundo?
Hay distintos grupos sociales. La gente que ya antes tenía problemas emocionales o psicológicos van a quedar afectadas de forma importante. Luego hay otras personas que sufren porque son hipocondríacos, son paranoicos, y van a tener muchos miedos, a salir a trabajar, a estar en contacto con compañeros. Vamos a ver como va aumentar el número de ludópatas, que personas que no han acudido a tratamientos para su alcoholemia van a sufrir. Son grupos de mucho riesgo.
¿Considera que la vuelta a una relativa normalidad puede traer problemas sociales nuevos o aumentados?
Ahora está todo contenido por la situación, por el miedo. Pero cuando el ser humano regrese a una normalidad vamos a ver repuntes preocupantes de violencia. Va a haber un choque entre lo que la gente quiere hacer, como cambiar el mundo y ser más solidarios, y la realidad. Viene una etapa de vivir en la incertidumbre, y es una fase muy mala para las personas.
Tras un mes de encierro, hay voces especializadas que piden dejar salir a los niños de forma controlada.
Los niños son más resilientes de lo que parece, se adaptan mucho mejor, viven el presente. Muchas veces las preocupaciones se la sociedad sobre los niños no están acreditadas. Es cierto que los pequeños deben salir y correr. Pero hasta el momento no le he visto mayor problema. Creo que el Gobierno se ha mostrado sensible con el caso de niños autistas, que han podido salir con sus padres. A partir de aquí, de un mes de confinamiento habría que buscar formas controladas y limitadas para que los niños pudieran salir. Va a generar muchos problemas también. Uno, de seguridad sanitaria. Otro llegará cuando le digas a un niño que solo va a salir 10 minutos. Va a querer más.
¿Es mejor vivir el día a día o fijarse plazos deseando que esta situación de encierro termine?
Yo hice la mili voluntario con 18 años y la viví muy bien, día a día. Hubo compañeros que desde el primer momento se fijaron una fecha. Y esa fecha no se alcanza nunca. Es terrible. Tenemos que tener otros planteamientos en cuanto a plazos. Hay gente que se está muriendo, que no puede respirar o que pierden a sus familiares. Estar sanos y confinados no es lo elegido, pero no es lo peor. Seamos conscientes de ello.
¿La crisis del COVID-19 es una prueba también para la psicología como disciplina?
La psicología tiene mucho que enseñar, pero también mucho que aprender. Para un ciencia como la nuestra, nos enfrentamos a una situación novedosa y estamos estudiándola sobre la marcha. Día a día. Y posteriormente nos llevará meses y años cuando podamos hacer consultas presenciales de cada caso.
