Alejar el Prestige de la costa fue el 'peor' de los escenarios, según experto

Alejar el Prestige de la costa fue el 'peor' de los escenarios, según experto
La decisión de alejar el petrolero 'Prestige' de la costa gallega tras el accidente que sufrió en noviembre de 2002 fue 'el peor de todos' los escenarios posibles, más aún cuando un año antes se había desarrollado un simulacro de actuación en el que 'se hizo todo lo contrario'.
Así lo ha sostenido hoy el catedrático de Zoología Marina de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), Victoriano Urgorri, coordinador junto al investigador Marcos Señarís del libro 'Recursos en I+D+i dedicados al estudio de los efectos del vertido del Prestige (2003-2008)', editado por el Consello da Cultura Galega.

La obra, presentada esta mañana, recopila gran parte de la información científica sobre la marea negra provocada por el Prestige, cargado entonces con 77.000 toneladas de fuel pesado, con el objetivo de afrontar 'con más medios y conocimientos' la 'próxima' catástrofe de este tipo en Galicia, ha explicado Urgorri.

Durante su intervención, el catedrático de la USC ha argumentado que un mes después de la catástrofe medioambiental provocada por una marea negra 'excepcional por la extensión de costa afectada y por el tiempo', la comunidad científica gallega había advertido de que la gestión del accidente 'se estaba haciendo mal'.

'La mentalidad estaba en la carga del barco, no en el impacto ecológico', cuando hay que pensar en que el 'patrimonio ambiental no es inagotable', ha indicado Urgorri, quien ha admitido que se podía discutir si era más conveniente resguardar el petrolero en la ría de Corcubión o en Ares, pero 'el escenario con el alejamiento del barco de la costa fue el peor de todos'.

'El tiempo lo ha demostrado', ha sentenciado, una opinión coincidente con algunas de las expuestas por expertos durante la celebración del juicio por esta catástrofe en A Coruña.

El experto de la USC ha aludido además a la 'gestión férrea' y al 'control' de la comunidad científica con la marea negra del Prestige, cuyas consecuencias, ha dicho, han desaparecido.

Por el contrario, ha advertido, en los últimos 15 ó 20 años se ha incrementado exponencialmente la contaminación en Galicia y la situación de las rías y la costa de la Comunidad 'es peor', pues las estaciones depuradoras de aguas residuales 'no funcionan en casi ninguna ría' de las más pobladas y ello supone 'un proceso de contaminación grave'.

Así, ha asegurado que mientras la marea negra provocada por el Prestige fue 'eminentemente visual', el '80 % de la contaminación viene de tierra, es diaria y no la vemos' en Galicia, por ejemplo como ocurre en la ría de Ferrol, ha precisado.

En este sentido, Urgorri ha confiado en que este libro, que recoge en sus 465 páginas casi toda la información científica generada tras el accidente del Prestige, 'permita afrontar con más conocimientos y medios la próxima marea negra', pues mientras haya petroleros navegando frente a las costas gallegas 'la posibilidad de otra marea negra está ahí'.

Ha subrayado también que cuando ocurrió este siniestro no había información sobre las cinco mareas negras anteriores, las más importantes las provocadas por el Urquiola y el Mar Egeo, y por ello con esta obra se aspira a hacer pública 'documentación de utilidad cuando suceda otra marea negra'.

Acerca del vertido del Prestige, Urgorri ha destacado la colaboración y 'fluidas relaciones' entre los investigadores de las universidades, casi el 50 % de Galicia, una percepción que 'no se tiene en la misma medida cuando se habla de las instituciones', por lo que ha confiado en que los gestores 'estén a la altura' en estas crisis y 'puedan sacar fruto' de esta obra.

A lo largo de sus 7 capítulos se incluyen resúmenes y conclusiones sobre la investigación del pecio, resultados operacionales, fuel, trabajos de campo, proyectos desde un punto de vista ecotoxicológico, socioeconómico y planes de contingencia.

Precisamente, este último ha sido 'el único' con menor número de investigadores principales y que ha contado con 'menos respuesta' en el libro, que según el vicepresidente del Consello da Cultura Galega, Francisco Díaz-Fierros, está dirigido a la comunidad científica pero también al conjunto de la sociedad por su 'trascendencia social y cultural'.

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