Un gallego (de adopción) se lleva el "Nobel" de arquitectura

El arquitecto británico David Chipperfield en A Coruña. (CABALAR)
photo_camera El arquitecto británico David Chipperfield en A Coruña. (CABALAR)
El británico David Chipperfield ha sido reconocido con el premio Pritzker, conocido como el Nobel de arquitectura. El artista tiene su refugio en Galicia, de donde admite estar enamorado

El premio Pritzker, conocido como el Nobel de la arquitectura, ha recaído este año en un gallego de adopción. El británico David Chipperfield, que descubrió Galicia en la década de los 90, se enamoró del pequeño pueblo costero de Corrubedo y desde entonces allí pasa los veranos. Un refugio a pie de playa que se expande con los años y que tiene como extensión el Bar do Porto.

Al llegar a la tranquila localidad de Corrubedo (A Coruña), en la zona costera de O Barbanza, uno tiene la sensación de estar en la Patagonia. La localidad, que vive esencialmente de la pesca -aunque en los veranos triplica su población debido al turismo-, está formada por pequeñas casas de marineros, reunidas junto al puerto.

Quizá esa arquitectura sobria, sencilla, de líneas rectas y empecinada frente a las olas de un mar bravo fue la que atrajo al británico a esta población, en la que actualmente tiene varias propiedades.

Los Chipperfield llegaron a Corrubedo en 1992. Fue el también arquitecto Manuel Gallego quien les mostró los encantos de la zona. Justo enfrente de la playa de A Robeiriña, David Chipperfield compró un terreno en el que construyó su refugio.

Casa de los Chipperfield en Corrubedo.
Casa de los Chipperfield en Corrubedo.

Su fachada principal, que da a la Rúa do Porto, es discreta, a pesar de su destacada modernidad. De un blanco impoluto, las líneas de la casa amortiguan los muros vecinos, de similar altura.

Sin embargo, la fachada posterior es un auténtico espectáculo visual, abierto al océano.

Tanto él como su esposa Evelyn y sus hijos Gabriel, Rafael y Celeste pasan cada vez más temporadas en este municipio. Así lo atestiguan varios vecinos de la localidad, que consideran que un arquitecto de la talla de Chipperfield puede traer cosas muy buenas al pueblo.

"Mucha gente del pueblo está contenta con que él esté aquí. Un hombre que vive la arquitectura y que sabe integrar lo que construye con el paisaje y con lo que es la herencia del pueblo, es importante", afirma Marco a Efe.

Pasan los años y el amor de Chipperfield por Corrubedo va en aumento. En 2013, el arquitecto compró otra propiedad, que reformó de forma discreta, con materiales de la zona. En los últimos años, se hizo con dos viviendas más. La última, de piedra, se funde con el entorno.

En una localidad que parece dormida en invierno y en la que ya quedan pocos establecimientos, el arquitecto se decidió además a rehabilitar el antiguo Bar do Porto, que cerró sus puertas en la década de los 90.

Con el objetivo de darle continuidad a uno de los locales históricos de la zona, antiguo lugar de encuentro de pescadores, abrió sus puertas de nuevo en 2020, gracias al trabajo de la arquitecta compostelana Sofía Blanco.

Perteneciente a Isolino Brión, antiguamente hubo allí una planta de salazón. Tras ella, el antiguo bar, que regentó su esposa y que fue famoso por la mano de esta en la cocina.

Los suelos, de losas de granito, se conservan de la época de la fábrica. La carpintería imita los colores vivos del antiguo bar. Los azulejos de la cocina y de la barra son originales.

Abdón, un vecino de la localidad, recuerda que la generación de su abuelo -casi todos marineros- lo tenían como "el bar de referencia": "Aquí jugaban la partida, tomaban sus vinos. Era un sitio mítico de Corrubedo", señala .

"Quiso dejar todo más o menos como estaba, solo que aportando algunos toques de cómo es él como arquitecto", cuenta Francisco, uno de los camareros del bar.

Asegura que desde la llegada de Chipperfield a Corrubedo, vienen más turistas, en muchos casos, únicamente por conocer al afamado arquitecto.

"Vienen muchos arquitectos por David. Hizo crecer mucho este pueblo. Lo hizo famoso".

Sin embargo, apunta que en el bar se centran "en la gente del pueblo", que es "lo más importante", ya que la filosofía del bar consiste en recuperar ese lugar de encuentro vecinal.

Ahora bien, la relación de Chipperfield con Galicia no se limita solo a este municipio costero. El arquitecto tiene oficinas en Santiago de Compostela, donde se sitúa la Fundación RIA, una iniciativa filantrópica que busca "conectar retos globales con entornos concretos, estableciendo vínculos entre agentes públicos y privados para la ejecución de proyectos alineados con la sostenibilidad ambiental, económica y social del territorio".

Recientemente adquirió un local en la céntrica calle de Virxe da Cerca de la capital compostelana. El edificio, que llevará el nombre de Casa RIA, ofrecerá espacios de acceso público que acogerán distintos eventos, charlas, conferencias y exposiciones relacionadas con el trabajo de la Fundación.

Además, el arquitecto colaboró en 2021 con una de las firmas más icónicas de Galicia: Sargadelos. La colección REDE, una vajilla formada por siete piezas de colores vivos, recuerdan, por su relieve, a las redes de pesca tradicionales y a esa tradición marinera de la que un día se enamoró. 

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