El Servizo Galego de Saúde (Sergas) ofertará este año un total de 636 plazas de formación sanitaria especializada -tanto de Médicos Internos Residentes (MIR) como de enfermería y otras- en centros de la comunidad, lo que supone 16 más que el año pasado. Todo cuando Medicina de Familia acaba de quedar con 13 plazas MIR vacantes en Ourense.
El Consello de la Xunta ha aprobado este jueves esta oferta que será la "mayor" de Galicia y supone "cifras récord", según ha destacado el presidente gallego, Alfonso Rueda, quien ha informado de que un tercio de las plazas serán para médicos de familia, en concreto 207, que son la totalidad de las acreditadas por el Ministerio de Sanidad en esta especialidad.
Rueda ha insistido en que este número de plazas de formación "no son suficientes" y ha vuelto a reclamar al Gobierno central que "flexibilice" los requisitos de los centros sanitarios para ser unidades formativas, al tiempo que ha recordado que la formación es financiada por la Xunta "al cien por cien" y que las plazas ofertadas supondrán un coste de 70 millones de euros.
Las plazas ofertadas, por especialidades
Este anuncio significa la oferta de un total de 207 puestos para médicos residentes. Además, se oferta el máximo de plazas posibles en Pediatría (27), Medicina Interna (19), Psiquiatría (17), Psicología Clínica (14) y Matronas (20), entre otras categorías.
Otros temas tradados en el Consello de la Xunta
Por otra parte, el Gobierno gallego ha decidido en su reunión de este jueves abrir a partir del lunes el plazo de manifestación de interés para las empresas que quieran participar en la sociedad mixta público-privada para los proyectos de explotación de recursos naturales, como parques eólicos, que reviertan sus beneficios en la población.
Para manifestar su interés, hasta el 30 de junio, deberán ser empresas arraigadas en Galicia, con centro de decisión en la comunidad, aparte de no tener como actividad principal la energética, y tendrán que explicitar la cantidad económica que desean invertir.
Esta sociedad mixta se incluye en la ley de aprovechamiento de recursos naturales que prepara la Xunta, aunque podrá empezar a funcionar sin necesidad de esperar a la aprobación de la normativa.
