El Arde Lucus, la fiesta de Interés Turístico Nacional que evoca el pasado romano de la capital lucense, ha dado comienzo a última hora de la tarde de este jueves a su XXI edición, con la entrada de las legiones en la ciudad.
Durante la entrada el general romano ha sido recibido en el puente romano de la ciudad por la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, y se ha dirigido a la orilla del Miño, en el entorno del Balneario donde se ha procedido a la bendición de las tropas y de los estandartes.
Posteriormente, ya en el casco histórico de la ciudad, ha sido encendido “el fuego sagrado de Vesta”, en este caso en el Templo de las Vestales, que ha quedado instalado al fondo de la Praza Maior de Lugo, a pocos metros del campamento de la Cohors III Lucensium, la guarnición encargada de la defensa de la ciudad.
Una vez acabado este evento, da comienzo la festividad, con unas cien actividades programadas por día, con la idea de recuperar el esplendor de esta celebración, después de dos años marcados por las restricciones impuestas.
“Creemos que la fiesta va a ser un éxito”, dijo el presidente de la APEHL y de Hostelería de Galicia, Cheché Real, porque “es una celebración que depende mucho de la climatología y las previsiones del tiempo son buenas, porque no se esperan lluvias”.
“Estamos convencidos de que esta edición de la fiesta va a ser un éxito, tal y como lo venía siendo el Arde Lucus antes del año 2019”, afirmó Real, quien también quiso agradecer el trabajo “ímprobo, inconmensurable” que realizan cada año la veintena de asociaciones de recreación histórica que participan en la organización del programa.
El programa de este año fue pensado para “llenar de vida las calles de la ciudad”, según informó el gobierno local durante la presentación de las fiestas.
Este año, la festividad recuperará actividades como el circo romano o la carrera Mvrvs Lvcis y en cuento a música habrá dos conciertos gratuitos, ambos en la Praza de Santa María, de Saor Patrol, el 11 de junio, y de Tanxugueiras, el domingo 12.
