Mundaya: artesanía del siglo XXI

Después de que le regalasen su primera máquina de coser y con el afán de encontrar el bolso perfecto, Lara creó la firma Mundaya hace diez años. una marca de producción artesanal y sostenible en la que los bolsos y mochilas son los grandes protagonistas.

Publicado: 28 may 2021 - 03:36 Actualizado: 29 may 2021 - 11:14

Mundaya.
Mundaya.

¿Cuál es la filosofía de Mundaya?

La primera es que me gusta decir que no hago bolsos sino compañeros de vida, al final en un bolso siempre guardas cosas muy preciadas: tu documentación, las llaves de tu casa, tu móvil (que hoy en día es como decir la vida misma), etc. Los bolsos Mundaya son funcionales. Se adaptan a vidas y situaciones diferentes y por eso para mí es importante que no pasen de moda. Las líneas Mundayas son sencillas y “minimal”, busco que en la medida de lo posible siempre te vayan bien. Y luego está la sostenibilidad, trabajo con proveedores locales siempre que es posible, y busco que tanto los materiales como las empresas estén acorde en esto. Ahora acabo de introducir un material fabricado en España que es un tejido de fibras recicladas de algodón y poliéster.

¿Quiénes son tus clientes?

La mujer del siglo XXI, que hace mil cosas en un día. Me oriento a mujeres que están preocupadas por su manera de consumir y que buscan comprar menos y mejor. En general también es gente comprometida con el pequeño comercio y las marcas artesanas.

¿Cómo es el proceso de diseño?

Aunque intento tener un método, no es algo cerrado. La inspiración más clara para mí está en la arquitectura y en el diseño de interiores: el uso de diferentes texturas, líneas ortogonales, etc. Sin embargo, a veces los procesos se complican. En estos días he lanzado un nuevo bolso, Devagar, y su proceso de creación es de los más complejos que he pasado. Quería trabajar con la idea del tiempo, de cómo he aprovechado estos períodos de confinamiento y cierres perimetrales, en los que no he visto a familia ni amigos, para reconectar conmigo misma y conocerme más y mejor. Esto se resume en que buscaba algo que fuese claramente Mundaya, totalmente diferente a cosas que ya hubiese hecho antes, con un punto naïf, otro punto retro y multifuncional. ¿Difícil? 4 meses de trabajo después, lo conseguí.

Tus diseños van más allá de las tendencias. ¿Al hablar de bolsos, son tan variables como en ropa?

Quizás no tanto como la ropa pero sí que son muy variables. Es un poco más estable en verano porque se suele trabajar con fibras naturales y hay cosas que nunca pasan de moda como los capazos de paja. Sobre todo lo que se pone de moda es un patrón concreto. Hemos vivido modas muy marcadas: la época de los baguette, la de los clutch, la de los tote bag… y cuando llega, da fuerte.

¿Cuál es el papel de los accesorios dentro de un buen estilismo?

Bueno, primero hay que pensar que la ropa y los accesorios, además de ser útiles, son un medio de expresión y los complementos nos ayudan a contextualizar. Te pongo un ejemplo con unas prendas básicas: una camisa blanca y unos vaqueros. Si le pongo unas sandalias y un bolso pequeño con cadena, cualquiera podría interpretar que me voy a la oficina a trabajar. Si le pongo unas alpargatas y un capazo, la imagen cambia totalmente, se vuelve más informal. Los complementos nos ayudan remarcar nuestra vestimenta y, además de hacer su función, transmiten mucha información.

¿Cuáles son las principales dificultades que entraña optar por una moda más sostenible?

Hay varias cosas, una de ellas es que, aunque cada vez son más los fabricantes de materiales primas que están más concienciados, la oferta sigue siendo muy pequeña. A eso hay que sumarle que los pequeños lo tenemos más difícil para llegar a esos materiales. Aún así diría que lo más importante es el factor económico. Mucha gente sigue pensando erróneamente que comprar sostenible o artesanal es muy caro. Creo que siempre va a ser mejor invertir 30 euros en una camiseta que te va a durar unos años que no gastar 10 euros en una camiseta que en 6 lavados va a ser un trapo. Y si además piensas que para fabricar una camiseta hacen falta dos mil setecientos litros de agua, te explota la cabeza.

En época de crisis, ¿cómo fue abrirse paso con una propuesta tan especializada?

Con momentos muy difíciles. Es una montaña rusa de sensaciones: temor, alegría, satisfacción. A veces todo en menos de una hora. Al principio no te conoce nadie y te sientes muy sola en todo el proceso, aunque esa soledad inicial también hizo que pudiese apostar fuerte por aquello en lo que creía: tenía poca gente a la que pudiese defraudar con lo que hacía y en cambio tenía mucho que ganar.Creo que juego con la ventaja de que no tengo prisa por nada y eso hace que me pueda ir adaptando a las diferentes situaciones. He ido creando comunidad poco a poco, no es una comunidad muy grande pero es enormemente valiosa para mí y me siento muy arropada. Especialmente en esta crisis de la pandemia he sentido que estaban ahí y que hay un fuerte compromiso con las marcas pequeñas, artesanas y sostenibles.

En tu marca juega un papel importante la artesanía. ¿Cuál es su papel hoy en la moda?

Creo que la artesanía es la base de todo. Entender y conocer de dónde vienen las cosas, cómo se hacen. Ha estado denostada durante mucho tiempo y ahora lleva unos años al alza. Yo espero que esta tendencia haya llegado para quedarse, no por mí, si no porque creo que es importante que los oficios, que son nuestra memoria, no desaparezcan.

¿Por dónde pasa el futuro?

Creo y me gustaría que se cumpliese, que cada vez la gente va a ser más consciente de lo que hay detrás de las cosas, de que otro modelo de consumo es posible y necesario. Además esto también genera puestos de trabajo. En Mundaya trabajo con una red de diferentes personas, principalmente mujeres, que hacen cosas como el mantenimiento web, marketing, fotografía, vídeo, publicidad, diseño gráfico... y eso también hay que ponerlo en valor.

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