La belleza de los jardines romanos

Estos espacios de flora y vegetación son Lugares que destacan por su paz y tranquilidad, refugios de la vida urbana llenos de significados simbólicos y religiosos.

2021081219112370260
2021081219112370260

Ya hemos hablado de los jardines góticos de la era victoriana, pero a lo largo de la historia, los jardines romanos han tenido mucha mas importancia, tanto cultural como religiosamente. Los jardines como tal, existen desde el 2800 a. de C. en Egipto, pero fue en Roma donde se desarrolló más el estudio de la horticultura.

Principalmente los Jardines romanos, estaban formados por vegetales, hierbas y frutas para el hogar. Sin embargo, en el período imperial, cualquier jardín de plantas de tamaño significativo incorporaba juegos de agua y estatuas en la creación de un lugar diseñado cuidadosamente para el dueño del jardín. Mediante los restos arqueológicos que han llegado hasta nuestros días podemos reproducir el diseño y las plantas más comunes que hubiera en estos jardines.

Normalmente, los romanos incorporaban los jardines en el centro de sus casas, siendo un lugar de descanso y meditación. Sus casas se formaban entorno a este jardín, usualmente rodeado de pórticos cubiertos y que consistía en una serie de avenidas (ambulationes).

Esta colocación del jardín se conoce como peristilo y su origen suele estar asociado a influencias helenísticas que tuvieron lugar en el siglo III-II a.C. En verdad, los peristilos romanos se caracterizan por una ortogonalidad y simetría que los griegos no tienen, además de que estos últimos nunca incluirán un jardín en su interior. El peristilo romano solía contener un viridarium; que es como se conoce a los jardines ornamentales que contenía elementos artificiales como estanques, edificios monumentales y fauna exótica como los pavos reales, sin función productiva. Otra hipótesis es que el hortus evolucionara a peristilo, basándose en que, como hemos dicho antes, en el siglo III a.C. comenzó a convertirse en jardines porticados, perdiendo su función de huerto. Por lo que cabe la posibilidad de que esa evolución derivara en un peristilo.

Las plantas favoritas de los romanos a la hora de adornar sus jardines contenían toda una gama de flores y plantas, eran populares en los jardines romanos las hierbas, siendo útiles para su uso culinario y medicinal: tomillo, menta, semillas de ajedrea, el apio, la albahaca, el laurel y el hisopo fueron algunos de los más populares. Sus flores favoritas eran las rosas, narcisos, adelfas, violetas, azafrán, narcisos, lirios, gladiolos, iris, amapola, amaranto y flores silvestres en general. Hiedras, acantos, mirtos, bojes y tejos aparecieron en los jardines más complejos, al igual que cipreses, álamos, olmos y arces. El factor decisivo en la decisión de las plantas que aparecían en el jardín era de tamaño del mismo.

Sólo aquellos con viviendas particulares tenían espacio para jardín, estos comenzaron para una función limitada en una parte de la casa conocida como hortus. En esencia más práctico que ornamental, fueron utilizados para el cultivo de hortalizas y hierbas para el hogar.

Esto cambió con la llegada del peristilo. El jardín ahora se convirtió en un espacio ornamental, para la relajación y el entretenimiento. Con la llegada de la construcción de peristilos, la parte de atrás del jardín, el hortus, quedó obsoleto en las casas de moda.

ORÍGENES DEL PERISTILO

Los orígenes del peristilo se remontan a los griegos, esencialmente era un patio de columnas en el centro de la casa. Sin embargo, los romanos transformaron la innovadora característica en un jardín interior formado por parterres formales bordeados de arbustos pequeños en cajoneras y rodeado de pasillos.

Contenido patrocinado

stats