Lixo ou tesouro, el concurso estrella de TVG

Concurso Lixo ou tesouro
photo_camera Concurso Lixo ou tesouro, producido por La Región TV

María Mera y Camilo Chas comparten la noche de los martes con los concursantes que pueden ganar hasta cinco mil euros y los telespectadores que han seguido con interés los dos primeros episodios

 

Los datos de audiencia que ha alcanzado en los dos primeros episodios auguran que el concurso Lixo ou Tesouro será el programa estrella de la temporada en TVG. Estrenado el 17 de octubre y producido por La Región TV y Cuarzo Producciones, es un formato internacional que ya viene avalado por el éxito en Alemania, Italia, Países Bajos y Suecia.

María Mera (Boqueixón, 1986), actriz, presentadora y periodista se encarga de la conducción de un concurso en el que cada semana dos participantes se enfrentan al dilema de elegir entre doce objetos, uno de ellos misterioso, con valores que van de uno a cinco mil euros.

En su recorrido por los objetos que tendrán que ir descartando, los concursantes cuentan con las explicaciones que sobre los mismos les ofrece el galerista y experto en arte Camilo Chas.

Sara y Maricarmen y Pisco y José fueron los concursantes de los dos primeros episodios que el público, tanto en el plató como desde sus casas siguieron casi con tanta tensión como los propios participantes.

María Mera llegó a Lixo ou Tesouro después de haber presentado “A liga dos cantantes extraordinarios”, en el que los cantantes de las principales orquestas gallegas competían para alcanzar el título de la mejor voz. “Para mí era una novedad presentar un concurso de este formato y reconozco que me resultó muy cómodo y una de las cosas que más me gustó fue trabajar con Alberto del Pozo que es un director muy reconocido a nivel nacional. Fue una experiencia enriquecedora”, comenta María.

Vivir el concurso

Reconoce que un concurso de estas características tiene una estructura rígida marcada “de la que no puedes salir mucho, pero luego tiene ese otro aspecto en el que hay que darle juego a la gente que ve el programa desde casa y eso se consigue según avanza el programa, viviendo el concurso como los propios concursantes, muy directo y muy de crear en el momento y ahí esa capacidad de improvisar que te proporciona la condición de actriz te lo facilita mucho. No cabe duda de que eso solo es posible teniendo muy metido en la cabeza el guion, pero al final todo depende de lo que pasa en el momento, por lo que tienes que estar muy pendiente de lo que sucede, escuchar atentamente y viviendo el programa segundo a segundo.”  

Aunque son profesiones muy diferentes entre sí, María conjuga las dos actividades a las que más tiempo ha dedicado en su carrera profesional: actriz y presentadora. “Se complementan muy bien. Por ejemplo, para presentar me ayuda mucho mi faceta de actriz. Los actores tenemos que memorizar mucho y cuando presento lo puedo hacer sin tarjetas, porque tengo mucha facilidad para quedarme con los datos. Las dos son muy parecidas porque ambas son frente a la cámara, a veces presentando adoptas caracteres de ciertos personajes. Y para el trabajo de actriz, también ayuda ser presentadora porque, cuanto más tiempo pasas delante de la cámara mejor te desenvuelves delante de ella”.

Entre los aspectos más difíciles de desarrollar en el papel de presentadora en un concurso es el de no generar más expectativas a los concursantes que las que puedan ellos deducir, sobre todo a la hora de elegir o descartar cada uno de los objetos con los que tienen que ir avanzando hasta alcanzar el premio final. “Pedí a la dirección desde el primer momento que no quería saber nada de los precios de los objetos de cada programa. Por dos razones, fundamentalmente: la primera, no meter la pata, al ayudar o, al contrario, perjudicar a los concursantes, sin querer. Por otra parte, así también juego con ellos y en cada programa me emociono y me pongo triste al mismo tiempo que ellos porque al no saber nada estoy viviendo el concurso como ellos.  El único que sabía el precio de las cosas era Camilo, que tiene toda la información de cada objeto y, por supuesto, su precio. Eso me permitía meterme con él porque, a veces le preguntaba “Camilo, que significa esa cara”, porque tampoco podía desvelar más allá de lo que decía sobre cada objeto. Fue maravilloso trabajar con él y reconozco que a él le tocó un papel muy complicado”.

Licenciada en Periodismo y en Arte Dramático, María Mera Constenla tiene una dilatadísima carrera profesional que toca todos los palos de la interpretación en teatro, cine y televisión. Trabajó a las órdenes de directores como Dani de la Torre y Pedro Almodóvar y en la pequeña pantalla se convirtió en uno de los rostros más conocidos de la interpretación en Galicia gracias a la serie Matalobos. Entre sus trabajos más recientes destacan los realizados en “O sabor das margaridas”, serie que alcanzó un gran éxito internacional a través de Netflix o “Motel Valkirias”, creada para TVG y la televisión pública portuguesa RTP1 y que ha lanzado al mercado internacional la plataforma HBO Max. Compagina esa faceta actoral con la de periodista y presentadora lo que le ha permitido desarrollar su carrera profesional con éxito a lo largo de los últimos catorce años.

El tasador

El contrapunto a la pasión que manifiesta María Mera en la conducción del programa viviendo con los concursantes la tensión que genera cada nuevo objeto sobre el que tienen que decidir si es Lixo ou Tesouro lo pone Camilo Chas (A Coruña, 1977). Galerista y experto en arte se ocupa de dar los datos precisos para que, apoyados por su propia intuición y conocimientos y los apoyos que les prestan familiares que también participan como comodines a lo largo del programa, los concursantes puedan elegir o descartar entre los doce objetos que en cada episodio constituyen el hilo conductor. Al igual que los concursantes y la presentadora en el plató, el público que sigue el programa desde casa está atento a los gestos y las expresiones que manifiesta para intuir algún dato adicional que les pueda proporcionar una nueva pista. Pero Camilo sabe poner cara de póker para que su lenguaje corporal no le traicione.

Su galería, Artby’s, que se ha especializado en arte gallego se encuentra en el centro de A Coruña, pero a través de su web se ha abierto al mercado de todo el mundo. Esa es la clave para que en una época en la que la tendencia es a que desaparezcan las galerías, la suya tenga cada vez una mayor presencia. 

Acercar la galería tradicional a la gente, que ahora está en casa, en el móvil, en el ordenador, ese es el objetivo de mi web”, explica Camilo Chas. “Hoy día es muy importante porque, para que te hagas una idea, tengo la suerte de que en mi galería entran al día entre cuatro y ocho personas, pero en la página web entran entre seiscientas y ochocientas diariamente. Yo he vendido obras a todos los continentes menos a la Antártida. Y mi teoría de que detrás de cada compra internacional que se produce en mi web no sé, en Asia, Oceanía, Estados Unidos, América del Sur o Europa siempre hay un gallego que está recibiendo o haciendo un regalo”. 

Camilo destaca la gran variedad de tipologías que representan los objetos que llegan al programa cada episodio. “El programa se basa en objetos de arte, coleccionismo y antigüedades. Coleccionismo de todo tipo, deportivo, numismática, pero también otras cosas. En uno de los capítulos veremos, por ejemplo, un chuletero. Es muy importante destacar que además del objetivo de todo concurso que es que los concursantes se puedan llevar un premio y que el público se entretenga, hay otro que es el de educar, dando a conocer diferentes cosas y que la gente sepa valorar en su justa medida todo eso que en alguna ocasión se le puede cruzar en su camino”. 

La valoración de los elementos explica, sigue criterios muy objetivos. “Tenemos que desligar los objetos de su valor sentimental para dar un precio, que se basa en las tendencias del mercado y en factores muy concretos que hoy día resultan relativamente fáciles de determinar si se acude a los expertos especializados en cada una de las materias, porque esto de tasar objetos es un trabajo de equipo.”

Reconoce también que esta primera experiencia en un concurso televisivo le resultó muy grata, a pesar de la dificultad que entraña dar la información justa de cada uno de los objetos, en algunos casos más detallada que en otros. “Es algo que forma parte de la dinámica del propio programa que marcaba el director. Y he de reconocer, en ese sentido que Alberto del Pozo es magistral. Al final, de lo que se trata es que la gente se lo pase bien, tanto viendo el programa como concursando”. 

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