LA REVISTA

El nuevo negocio agrario está debajo del almendro

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photo_camera Un almendro.

Con un precio que ronda en kilo el de las nécoras, las almendras se han convertido en la nueva salida de muchos agricultores que han arrancado sus lechugas.

La almendra, lo vimos en el reportaje de portada de esta semana, es la gran protagonista de la dulcería tradicional gallega. Lo es desde la Edad Media. Pero sin embargo como especie arbórea nunca tuvo protagonismo en nuestro campo. Fruto de origen asiático como casi todos los de hueso, la almendra se adaptó tan bien al clima mediterráneo que acompaña en el paisaje al viñedo, el naranjo y el olivo. Aquí tenemos de los tres, y muy bien aclimatados. Pero el almendro es cosa aparte. O mejor dicho, era. Porque a día de hoy existen ya variedades y patrones que se adaptan a las condiciones climáticas de nuestra tierra: el frío y la lluvia del invierno y la humedad de primavera. El gran peligro son las lluvias inoportunas en pleno período de floración, o las heladas.

Pero ¿Por qué se ha pensado en el almendro como una alternativa lucrativa para fijar población en el rural? La primera razón, una demanda cada vez más creciente, que se ha duplicado prácticamente en una década en el mundo. La segunda, que el ritmo de crecimiento de su mercado parece seguir una línea ascendente del orden de un cinco por ciento anual y eso que en China, donde ya han sido seducidos por sus cualidades nutritivas, apenas representa la décima parte del consumo potencial.
La tercera es el precio creciente. La almendra marcona está en las tiendas de alimentación entre 15 y 20 euros el kilo. No hay especie vegetal más cara (azafrán aparte, claro) Y en España, con una producción que ronda entre las cien y las doscientas mil toneladas anuales, se consume el doble de lo que se produce, sobre todo en repostería y turronería. Aunque exportemos a Alemania y resto de la Unión Europea más del 50 por ciento de nuestra cosecha. Así pues, la mayor parte de la almendra que se come en España procede de California, el primer productor mundial.

Estados Unidos tiene de media el 50 por ciento de la cuota mundial. España es el segundo productor a mucha distancia.

En Galicia, los almendros, de momento, tienen un carácter meramente ornamental. Pero con las nuevas variedades más tardías que no se ven afectadas por las heladas de febrero, el paisaje primaveral de nuestra tierra podría verse iluminado por las flores blancas de los almendros.

La Galicia atlántica ha descubierto que el negocio está en los frutos mediterráneos. Primero el vino, que ya alegrado la cuota de exportación de nuestro rural. Después el olivo. El almendro ¿será el tercero?

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