Iniciarse en un nuevo hobby puede parecer algo intimidante, la jardinería no es menos, por ello, aquí están algunas plantas de cuidados sencillos para principiantes
Todos tenemos comienzos en la vida, el primer trabajo, el primer amor, la primera vez que montamos en bicicleta… Todas esas tareas que hemos experimentado alguna vez pudieron tener un comienzo complicado o haber salido bien, pero hay otras muchas actividades, que siempre se agradece que tengan la posibilidad de introducirnos de manera sencilla para luego ir “subiendo de nivel”.
En el caso de la jardinería existen muchas especies que tienen cuidados sencillos, permitiendo así a cualquiera introducirse en el mundillo sin tener que pasar por el mal sabor de boca que es ver alguna de nuestras plantas morir. El hecho de que existan este tipo de plantas es algo que anima a muchas a personas a adentrarse en el mundo de la jardinería, buscando más adelante, cuidar plantas más complicadas.
Un detalle que muchos desconocen es que las plantas más complicadas de cuidar no siempre son las más bellas. Primero de todo, la belleza es algo relativo, existen plantas que comúnmente son consideradas bellas, ciertamente, pero el gusto de cada persona es algo único y como dice el dicho “para gustos hay colores” y para colores, flores.
SANSEVIERIA
La sansevieria, espada de San Jorge o lengua de suegra es una planta que solo le faltaba cuidarse sola. Sus requisitos son mínimos, pudiendo aguantar rangos de temperaturas muy amplios y aguantar largas temporadas sin riego. Guarda una belleza estética muy valorada por una gran cantidad de diseñadores, tiene un estilo muy particular, pues es una planta de tonos verdes con los bordes amarillos que crece totalmente vertical. Además de cuidarse muy fácilmente y ser muy estética, es una purificadora del aire natural, limpiando de nuestro hogar compuestos tóxicos como el benceno, el tolueno, el xileno, el tricloroetileno o el formaldehído. Una opción perfecta para iniciarse, siendo el consejo más importante para su cuidado no pasarse con el riego, es muy importante esperar a que el sustrato esté seco antes de proceder a regarla.
CINTA
La cinta, malamadre o chlorophytum es otra planta que, además de tener unos cuidados muy sencillos es muy fácil de reproducir. En cuanto una cinta se encuentra en condiciones favorables, comenzará a generar unos tallos muy finos de los que crecerán hijuelos en el extremo, es por esta razón por la que es conocida como “malamadre”, pues echa a los hijos de “casa”. Para que se encuentre a gusto solo hay que situarla en un lugar donde no le dé el sol de forma directa, pero sí tenga bastante luz. En cuanto al riego, necesitará agua aproximadamente dos veces por semana en verano y una en invierno.
COSTILLA DE ADÁN
La costilla de Adán o monstera es otra de las plantas más comunes en cuanto a diseño de interiores. Esta planta tiene unas hojas especialmente particulares, pues cada una de ellas tiene unas aperturas que hacen que se asemejen a una caja torácica con todas sus costillas. Sus cuidados también son muy sencillos, cumpliendo un par de requisitos no pasará mucho tiempo antes de tener una enorme monstera en nuestro salón haciendo que parezca que estamos en medio de la selva. Riégala cada dos semanas en invierno y de una a dos veces por semana en verano, pulverizándola con agua de vez en cuando también. Necesita luz, pero sin ser de forma directa y una aportación de abono para seguir creciendo cada 15 días en primavera y en verano.
Estas son solo tres opciones de plantas sencillas, pero existen muchas más que tal vez se adapten mejor a tus gustos o al espacio que quieres decorar.
Consultorio
Marta Álvarez, de Madrid, pregunta: "Tengo esta planta en un tiesto que se está quedando pequeño, ¿me recomiendas trasplantarla?"
El palo de Brasil puede crecer bastante, como se ve en la fotografía que adjuntas, los brotes de la misma ya han alcanzado un tamaño importante. Sin embargo, trasplantarla no debe suponer un problema, ya que esta especie es comercializada con el tronco principal cortado, lo que significa que su altura se va a mantener igual, creciendo únicamente los brotes verdes, que por el estado en el que se encuentra ahora, no crecerán mucho más.
Si por estética quieres trasplantarla a una maceta de mayor tamaño puedes hacerlo sin problema, eso sí, mejor si puedes esperar a que pasen los meses más fríos. Cambiarla de maceta no hará que la planta crezca más, ya que al haber sido cortando el tronco, este no podrá desarrollarse más, algo similar a lo que hacen con el lucky bambú o con las pachiras.
Por esta razón, un trasplante debe ser solo con un objetivo estético, si es el caso, adelante.
