Saúl Álvarez y los 30 años de BeOne: gimnasios de éxito en Ourense y toda España

El grupo gallego BeOne, un referente por sus gimnasios, cumple treinta años con 38 centros deportivos en toda España, una plantilla de más de mil trabajadores y más de ciento ochenta mil usuarios

La historia de BeOne comienza en Galicia hace treinta años con la iniciativa llevada a cabo por cuatro alumnos de INEF, cuando deciden montar una empresa a la que llaman Serviocio, con la que desarrollar actividades de servicios de ocio vinculados con el deporte.

Una de sus primeras actividades fue organizar una gira por Galicia con la selección cubana de voleibol femenino. Acaban de celebrarse los juegos olímpicos en Barcelona y en España se produce un boom por el interés deportivo, lo que se materializa en la construcción de instalaciones deportivas municipales. Los ayuntamientos creaban nuevos equipamientos deportivos, pero externalizan la gestión y Serviocio se presenta a las licitaciones para gestionar esas instalaciones deportivas. Las primeras que asumen son las piscinas municipales de A Malata en Ferrol y Campolongo en Pontevedra.

A partir de ahí empezaron su actividad como proveedores de servicios deportivos para ayuntamientos. Saúl Álvarez (Santiago, 1967) dirige el centro BeOne de Eiroás desde su inauguración hace casi diez años. Todo hasta convertir a BeOne en una gran familia deportiva en Ourense.

¿Las piscinas municipales fueron el germen del grupo?

La mayoría de los ayuntamientos entregaban en gestión su piscina. Pero la idea era ir más allá y para ello se empezaron a utilizar los espacios residuales existentes en esas instalaciones, primero con la creación de salas fitness, lo que tradicionalmente llamamos un gimnasio y siempre que era posible se fueron sumando salas de actividades. Con el tiempo va creciendo, tanto en número de instalaciones gestionadas como de actividad, hasta que inicia su expansión con un nuevo modelo de negocio que contempla no solo la gestión de los espacios deportivos sino también su construcción. En ese proceso de crecimiento se incorpora un fondo de capital como accionista para aportar músculo financiero con el que acometer la expansión. El primero de ellos fue en Granada, que se inauguró con la marca BeOne, en 2014.

¿Y la llegada a Ourense?

Se produce, precisamente, en ese proceso de expansión, con la construcción de la instalación deportiva de Eiroás, sobre un terreno de titularidad municipal que se entrega en régimen de concesión a BeOne. Fue el primero de Galicia en ese formato y el segundo de España después de Granada. Actualmente ya tenemos un total de treinta y ocho centros en todo el territorio nacional, entre propios y en régimen de concesión, siendo Galicia nuestro principal ámbito de actuación.

¿También en Ourense hubo expansión?

Sí. Comenzamos con Eiroás, posteriormente nos ocupamos del centro de As Lagoas que había sido construido siguiendo un régimen similar al de Eiroás, pero la titularidad de la Universidad de Vigo y el último es el de Progreso, que en este caso es propio, no es de titularidad municipal o de la universidad, sino cien por cien privado.

En un mundo con tanta competencia, ¿cuál es la seña de identidad de BeOne, la que hace que haya sido un modelo de éxito?

Es cierto que estamos en un ámbito muy competitivo, en Ourense y en toda España. Yo creo que una de las señas de identidad que nos caracteriza es que estamos muy orientados a la familia y al multiservicio deportivo. Eso significa que tenemos piscinas, que es un valor añadido frente a otros muchos centros, y alrededor de la piscina tenemos muchas actividades, incluidas escuelas de natación tanto para niños como para adultos. Estamos también muy orientados hacia el fitness y también hacia las actividades dirigidas. Esto es así porque contamos con instalaciones muy amplias que nos permiten llegar a un número muy grande de personas con diferentes intenciones de ejercicio.

¿Puede venir una familia al completo y tener actividades para todos?

Así es. Es una gran ventaja porque eso facilita la conciliación de la actividad deportiva, de manera que mientras los padres están realizando una actividad en la sala de fitness, por ejemplo, el hijo está en una clase de natación. En el mismo centro y al mismo tiempo. Y en Eiroás, tenemos una ludoteca para que mientras un adulto esté realizando la práctica de una actividad deportiva, su hijo está atendido por un monitor en ese servicio, con un plan de actividades para ese niño. Y en esa vocación familiar contamos con campamentos infantiles para los períodos de vacaciones infantiles en los que sus padres están en plena actividad laboral.

Y las personas mayores, ¿también tienen su hueco?

Por supuesto. Hay muchas personas mayores que vienen a practicar natación, o incluso a realizar actividades dentro del agua porque le exigen un menor esfuerzo y carga en las articulaciones. Muchos empiezan en la piscina y acaban en la sala fitness realizando ejercicios físicos más orientados, por ejemplo, a ganar tono muscular. Nosotros seguimos las pautas de la OMS en lo que a las recomendaciones de actividad para gente mayor, pensando tanto en su tono muscular como en mantener el equilibrio. Nuestros usuarios más fieles y constantes son personas mayores porque ven en sus propias carnes el benéfico efecto que les proporciona el ejercicio físico.

Imagino que para quien llega por primera vez al deporte, la cosa le resultará más dura

Claro. Piensa que quien no tiene hábito de ejercicio cuando se enfrenta por primera vez a la práctica de una actividad física, lo primero que se encuentra son las agujetas. Y a nadie le gusta el dolor muscular. Eso, tener que cambiarse en un vestuario, ponerse a realizar una actividad nueva… Pero una vez que ve en su propio cuerpo el beneficio que eso le reporta, todos esos inconvenientes desaparecen. Ahora bien. Para ver los resultados positivos es necesario tiempo. Y ahí es donde está el principal problema de muchas personas.

¿Y cómo se resuelve?

Cada persona que comienza con nosotros recibe un asesoramiento personalizado en el que se le explican estas cosas y se le aconseja un plan de actividades a medida en función de las necesidades personales y de su capacidad física, de manera que, sabiendo de entrada que va a tardar todavía un tiempo en obtener resultados, vaya creando una rutina y ejercitándose de acuerdo con sus posibilidades. Cada persona es diferente y la casuística que la lleva a entrar en un centro deportivo también. Después de la pandemia hemos detectado un importante aumento de jóvenes, cuando antes la tendencia creciente era de personas mayores. La pandemia ha supuesto un cambio de hábitos en la juventud y cada vez tienen más interés en mejorar su preparación física.

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