Trastornos de la conducta alimentaria

Calma, placer y satisfacción es lo que mucha gente experimenta después de comer. Pero para las personas con algún tipo de trastorno de la conducta alimentaria, la comida supone ansiedad, alteraciones y malestar. 

Cuando hablamos de este tipo de trastornos (TCA), mucha gente lo asocia automáticamente a un tipo de enfermedad cuya base se fundamenta en el aspecto psicosocial de la persona, pero lo cierto es que tiene una importante base en el funcionamiento de nuestro cerebro. 

Al igual que la diabetes se debe a un mal funcionamiento de nuestro páncreas, hoy en día se sabe que en individuos que sufren este tipo de trastornos, ciertas conexiones neuronales no funcionan de la misma forma que en personas sanas.

Antes de continuar, me gustaría dejar claro que existen diferentes tipos de TCA:

- Anorexia nerviosa (1): comen  muy poco y esto lleva a que presenten un peso corporal muy bajo.

- Bulimia nerviosa: se caracteriza por ciclos de atracones y purgas (2). Aquí, la persona que lo padece no tiene por qué presentar un bajo peso corporal.

- Trastorno por atracón: a diferencia de la bulimia nerviosa, la persona no trata de compensar estos atracones (provocándose el vómito, usando laxantes, o haciendo ejercicio de forma excesiva). 

- Trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos: las personas con este trastorno no comen porque les disgusta el olor, el sabor, la textura o el color de la comida.

La anorexia es la enfermedad mental con mayor tasa de mortalidad, por encima de otras como la esquizofrenia o el trastorno bipolar. Muchas personas que padecen algún tipo de TCA no lo dicen por miedo, ya que es algo que todavía no se entiende correctamente por gran parte de la sociedad y  existen multitud de conceptos erróneos sobre estos. Debemos saber que la predisposición genética se considera que influye entre  un 50 y un 80% a que ciertas personas padezcan algún trastorno de este tipo. Los TCA no son algo que se decida voluntariamente, no se trata simplemente con el hecho de modificar la imagen coporal.  Las causas subyacentes son mucho más complejas y extensas. Por último, me gustaría concluír esta breve introducción a los TCA diciendo que este tipo de trastornos se benefician del silencio y los conceptos erróneos, mientras que se pueden combatir a través del conocimiento y la sensibilización.

Los TCA son más frecuentes en mujeres (9 de cada 10 casos). El 94% de los afectados son mujeres de 12 a 36 años. El 70% de los adolescentes no se siente a gusto con su cuerpo y 6 de cada 10 chicas creen que serían más felices si estuvieran más delgadas y alrededor del 30% de ellas revela conductas patológicas.  En  España se estima que un 21% de chicas y un 15% de chicos universitarios está en riesgo de sufrir un TCA. Los TCA aparecen cada vez a edades más tempranas: en los últimos cuatro años se ha constatado un incremento de un 15% en menores de 12 años..

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