Ourense pedalea con ritmo en el 38 Día da Bici

Ourense amaneció este domingo con un ambiente atípico en el día a día. El sonido de los motores y los cláxones de los coches enmudeció para dejar paso a los timbres de las bicicletas y las cadenas -que algunos deberían engrasar más a menudo-. La 38ª edición del Día da Bici +Deporte La Región volvió a llenar la ciudad de ciclistas de todas las edades para disfrutar de un día en el que las calles fueron suyas.

Pese a que la fiesta no empezó hasta las 12:00 horas de este domingo, el sábado antes de irse a dormir Xoel López ya lo había preparado todo para poder pedalear junto a su familia. “Desde que aprendió a montar en bici nunca faltamos”, aseguró su padre, Carlos López. Como él, fueron muchos los pequeños que ansiaban con ganas que llegase este día. “Llegamos a las once para recoger las mochilas y ya nos quedamos para coger sitio”, señaló Bibi Martins acompañada de su hijo Agustín desde la primera línea del pelotón, momentos antes de la salida.

“La gente de Ourense volvió a responder, es espectacular ver a los niños disfrutar de las calles”

El punto de partida del recorrido volvió a ser la Alameda, donde sobre las 11:30 de la mañana ya era difícil moverse por el laberinto de bicicletas que tomaron la zona, aunque algunos aún estaban con la última puesta a punto. “Nada puede fallar”, apuntó Darío Vázquez, mientras se aseguraba de que la cadena de su bici estaba lista para el trayecto de 11 kilómetros al que se iba a enfrentar.

Tras una cuenta atrás, que se escuchó a lo largo de toda la calle Progreso, miles de participantes empezaron la ruta por algunas de las principales calles de la ciudad como Marcelo Macías, avenida de Portugal, Ponte do Milenio... Una imagen que recordó, en cierto modo, a la escena que se vivió en Ourense hace apenas un mes, cuando pasó por aquí una de las etapas de La Vuelta. Sin embargo, el de ayer fue un día mucho más especial, porque los protagonistas fueron los propios ourensanos, fuesen profesionales o no.

Pese a que el recorrido incluía zonas con un desnivel importante, todo el mundo dio la talla, especialmente los más pequeños. El ritmo lo marcaron las motos de Moto Volta Galicia, porque el objetivo de esta actividad no está en registrar el tiempo más rápido, sino en disfrutar. Así, apenas una hora después del pistoletazo de salida el pelotón regresó a la Alameda, donde estaba esperando una de las partes más esperadas del día: los sorteos.

La hora de comer pudo esperar. Después de la ruta, los ciclistas rodearon el escenario instalado en la meta, expectantes por descubrir si la suerte caía de su parte y podían llevarse a casa uno de los regalos, algunos de ellos entregados de la mano del Grupo La Región. Hubo jamones de Coren -uno de los patrocinadores-, masajes, fines de semana en un balneario y, lo más codiciado, bicicletas. Con premio o sin él, los asistentes se marcharon a sus casas satisfechos después de una mañana de diversión, en la que pudieron pedalear sin preocupaciones por la ciudad.

“Es una pena que sea solo un día, tenemos que concienciarnos de que es un vehículo para ser respetado”

Además, aunque fue una de las incógnitas hasta el último momento, el tiempo acompañó. Se temía que pudiesen caer algunas gotas durante el recorrido, sin embargo, el sol también quiso estar presente en este Día da Bici +Deporte La Región. Carlos Moure, presidente de la fundación ADO Moure y uno de los organizadores, celebró el éxito del evento un año más. “La gente de Ourense volvió a responder, es espectacular ver a los niños pequeños disfrutar de las calles de la ciudad”, celebró, pese a que le gustaría que la presencia de las bicicletas en la ciudad fuese algo más común. “Es una pena que sea solamente un día, tenemos que concienciarnos de que es un vehículo que también tiene que ser respetado”, reivindica.