El Belén sostenible que ilumina la Navidad en el hospital de Verín

NAVIDAD

Entre las casitas de los oficios, en este Belén artesano a base de materiales reutilizados del hospital de Verín destaca un consultorio en miniatura con un médico con bata, viales y una cama con el distintivo del Sergas

Belén artesanal del hospital de Verín

Lourdes de Gil Gago es la creadora del Belén artesanal que alegra a pacientes, trabajadores y familiares a la entrada del hospital de Verín. Esta representación con todo lujo de detalles, que ocupa diez metros de largo, no habría sido posible sin ayuda de sus compañeros, que la han provisto de elementos aparentemente desechables para todos, menos para Lourdes.

Se sorprendían de que les pidiese frascos vacíos, recipientes de la comida, tubos de cartón o almohadones viejos, pero es que yo siempre le encuentro uso a todo”, destaca la verinesa, que posa con orgullo junto a su obra, la culminación de un proceso que arrancó a finales del mes de mayo.

Casitas colgantes hechas con materiales reciclados de su anterior Belén.
Casitas colgantes hechas con materiales reciclados de su anterior Belén.

</header> Esta técnica en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE) en la unidad amarilla, “donde está la gente operada”, cuenta que “siempre trato de decorar mi zona, hace dos años hice un Belén compuesto por casitas pequeñitas de cartón que he reutilizado para este”.

Pero la cosa no quedó ahí: “Me puse a ampliar el Belén, primero con los muñecos, para los que utilicé pelotas de plástico, como las de las piscinas de bolas de los niños, y luego empecé con las casitas de los oficios. Aunque parezcan de madera, está todo hecho en cartón pintado”, explica sobre su técnica.

Consultorio médico

Interior de la consulta del Belén.
Interior de la consulta del Belén.

Pero conforme iba ampliando los hogares de los distintos oficios -alfarería, posada, herrería, panadería-, e incluso añadía un consultorio con un médico con bata, fonendoscopio, frasquitos y una camita del Sergas, Lourdes se quedaba sin espacio en su propia casa para almacenar su creciente Belén: “Llegó un momento que tenía ocupado el salón, el garaje, todo. Mi idea era colocarlo en mi unidad, pero la gerente (Guillermina Agulla Budiño) me dijo que lo pusiese en la entrada del hospital. Hicieron falta dos viajes en furgoneta para traerlo todo”.

Para esta enfermera, “muy querida en todo el hospital”, donde trabaja desde 2009, es una “satisfacción” que su Belén pueda animar, por poco que sea, “a quienes están ingresados, a sus familiares o a los que vienen a consultas”.

Al Año Nuevo solo le pide “salud para toda la gente, que haya menos guerras y menos conflictos, me gustaría ver un mundo más solidario”.

Como todo buen Belén que se precie, tampoco falta el Nacimiento en el pesebre.
Como todo buen Belén que se precie, tampoco falta el Nacimiento en el pesebre.

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