Un total de 52 camiones decorados pasearon por la villa del Támega haciendo sonar las bocinas
Lo han vuelto a hacer. Los transportistas de Verín han vuelto a llenar la villa del Támega de camiones engalanados y del sonido de sus bocinas. Una cita que no se pudo celebrar durante los últimos años por el coronavirus, pero que este año regresa a Verín para honrar al patrón de los conductores, San Cristovo.
“Tivemos pouco tempo para preparar a festa, pero queriamos volver despois do coronavirus. Esta festa a todos os que estamos no sector fainos moita ilusión”, cuenta Celso Fernández, que junto a José Antonio Cerderiña organizaron el evento para que no se pierda esta tradición que se recuperó hace escasos años. Así, a las 16,00 horas, un total de 52 cabinas de camión desfilaban por las calles de Verín decoradas con ingeniosos detalles y a todo color.
A su vuelta al epicentro de la fiesta, el barrio del San Antón, se homenajeó a tres conductores jubilados y se entregaron los premios a los camiones con los adornos más llamativos, además de hacer el tradicional sorteo de regalos. “É unha forma de aplaudir o seu traballo, o do Ringo, José Luis e Gerardo”, cuenta Celso sobre el homenaje a sus compañeros, que recibieron una placa por los años de trabajo.
La bendición
Como es tradición, se celebró una misa en el barrio del San Antón en la que se bendijeron los camiones. Tras ello, música de la Banda de Gaitas de Verín, hinchables para niños y muy buen ambiente. Muchas carcajadas y alguna que otra lágrima de emoción tras años y años de duro trabajo encima del camión. Esta es la forma que tienen los transportistas de aplaudir su esfuerzo -y más en estos tiempos con los precios disparados-, además de honrar a su patrón, que los guía y protege en cada viaje.
Para culminar la cita, los restaurantes Augueiro, A Fonte y San Antón acogieron las cenas de los conductores y sus familias. Alrededor de 250 personas brindaron por San Cristovo y por el retorno de esta festividad. Tras ello, la discomóvil A Gramola puso el broche final durante la madrugada a una cita muy emotiva.
Y es que son muchas las familias que viven en la comarca del transporte, como contaba María de los Ángeles González, presidenta de Atraparve, la asociación de transportistas de Verín. La primera presidenta mujer de esta entidad no se perdió la cita e iba al frente de su camión familiar. Como ella y su familia, mayores y niños disfrutaron de la jornada en la que el calor y el sol también fueron protagonistas.
