Mucha devoción, silencio, cantos, rezos y una procesión a la capilla de San Lázaro. Así transcurrieron los actos religiosos en la celebración de las fiestas del Lázaro en Verín. Uno de los momentos más esperados para los más devotos en el municipio este fin de semana. Tras la salida de la misa en la Iglesia Parroquial de Santa María a Maior, párrocos, feligreses y autoridades caminaron tras el santo hasta la capilla que lleva su nombre para loar al patrón de los pobres y enfermos.
Una cita que congregó a los más devotos tras dos años sin la celebración de este desfile religioso. Los vecinos, tanto mayores como los más pequeños, vivieron con intensidad un momento muy marcado en la villa del Támega, al paso de la música de la banda de Vilaverde (Portugal). Al llegar a la capilla fueron muchos los que se adentraron en ella para rezar “más íntimamente” a San Lázaro, y dar paso, así, a la jornada dominical.
Afluencia de gente
Con la celebración del Lázaro, el ayuntamiento se benefició debido a la cantidad de personas que pasearon por la villa. La iglesia donde se celebró la misa estaba al completo, las terrazas de los locales hosteleros del casco histórico de la villa lucían llenos y la feria de artesanía y de alimentación recibió la visita de numerosos vecinos y visitantes. Verín vivió un domingo lleno de vida, donde la cita festiva acogió numerosas actividades.
En el recinto ferial -ubicado en el Pabellón Municipal- los productos artesanos y la comida fueron los más demandados -además del vino de Monterrei-, pero también triunfaron los talleres y charlas programadas. Una cata de quesos, otra de maridaje de vinos, un obradoiro sobre cocina y una conferencia sobre la poda del castaño tuvieron una buena acogida por parte del público. Allí tampoco faltó la música de la mano de las pandereteiras “As travesas da Mezquita”. Y los amantes del motor también disfrutaron de una muestra de vehículos nuevos y de ocasión en el exterior del pabellón.
Para aderezar el frío día en la villa del Támega, la música también fue protagonista. Por la tarde, el grupo Candaira -agrupación de música tradicional que nace en 2010 en Castrelo do Val- hará bailar a los presentes en la Praza da Mercé, mientras que será el grupo Fama quien culminó la programación oficial del Concello con un pase de orquesta en la Praza García Barbón. Con su última canción, Verín despide las fiestas del Lázaro, una cita que llegó este año para devolver la ilusión y esa ansia de “vuelta a la normalidad” tras dos años de parón.
