Aún no ha acabado el año y en Cualedro ya están pensando en el Entroido de 2023. Una celebración a la que quieren dar impulso y convertir en un símbolo del municipio. Aún más. Por ello, el Entroido tiene que estar presente los 365 días del año y el Concello decidió plasmar algunos de los elementos más característicos de esta celebración pagana en una fachada de Cualedro. Concretamente, en la de la Casa da Cultura, y con grandes dimensiones.
Allí, en unos días, se podrá ver al zarramoncalleiro de Cualedro, la mázcara de A Xironda y las damas e galáns de Carzoá, obra del grafitero ourensano Mon Devane. “Do Entroido é o primeiro deseño que fago. A idea do deseño é amosar en primeiros planos iconas característicos das súas festas, aínda que hai bastantes máis, centreime nestes tres”, explica el grafitero, quien admite que “está sendo complicado traballar, o tempo non está axudando, esperemos que esta semana haxa algún día bo para poder rematalo”.
Iniciativa del Concello de Cualedro, este mural trata de “amosar a pluralidade que temos no Entroido de máscaras, porque ademais dos que se plasman no mural tamén temos o castro meco de Rebordondo, un personaxe que se está volvendo a recuperar”, señala orgulloso el alcalde, Luciano Rivero, deseoso de ver el resultado final de la pieza: “Estamos esperando a que pare de chover para poder rematar o mural, penso que vai quedar moi bonito, vai darlle vida a Praza Marina Cuquejo, onde se celebran as festas entroideiras de Cualedro”.
Y es que este trabajo, que se inició durante el fin de semana, está causando mucha expectación entre los vecinos, deseosos también de ver el resultado final. En los bares del municipio no se habla de otra cosa. “Está moi ben, mellor do que estaba, que a parede estaba branca e deteriorada e dicía feo”, comenta Óscar Sotelo, un vecino que aplaude la iniciativa y la temática escogida. A su lado, sentada en la barra del bar, se encuentra Andrea Gómez, que considera que “é unha boa idea para adornar á praza e fomentar o noso Entroido”. La joven asegura que “é importante ter este tipo de iniciativas sobre o Entroido para mantelo, eu estou facendo o traxe de zarramoncalleiro que estou desexando estrear”.
Y es que en Cualedro no se habla de otra cosa. Mon Devane y sus tres protagonistas han causado expectación. “E que non é para menos, se o vedes ao principio de todo, para comezar a facer as máscaras puxo un montón de números e garabatos, eso parecía un encerado de matemáticas, eran as guías polas que foi dando forma ao grafiti”, explica Yolanda Palomares, mientras contempla el mural. Ahora solo queda esperar a que las lluvias cesen por un día para ver el resultado final del nuevo elemento decorativo de Cualedro.
