La frontera con Portugal es un punto negro de abandono de perros y gatos

gatos abandonados proanimales verin
photo_camera Unos gatos abandonados junto a su madre, quien no los abandonó.
Pro Animales Verín alerta del incremento de animales recién nacidos que aparecen en verano

La protectora Pro Animales Verín se enfrenta a una problemática difícil de atajar: el abandono de animales en la frontera con Portugal. Núcleos rurales como Feces de Abaixo o Mandín -en la Raia- son un punto negro de abandono de perros y gatos. 

Así lo asegura Nieves Gascón, presidenta de la protectora: “El abandono pasa mucho más en los pueblos que en Verín y en la frontera es demasiado, pues son muchos los vecinos de la comarca que abandonan allí a sus mascotas, pero también muchos portugueses cruzan la frontera para dejar aquí a perros y gatos aprovechando que no los conocen”, dice. 

En las últimas semanas, Pro Animales recogió en esta zona a tres perros de raza pequeña abandonados, una de ellas en muy mal estado. Una de las perras apareció en el río de Mourazos, la otra en Feces de Abaixo y otra entre este mismo núcleo y Mandín. “Es probable que alguno sea de aquí, pero también que venga gente del otro lado a abandonar”, remarca, pidiendo civismo y responsabilidad a aquellos que tienen mascotas a su cargo. 

Época de abandono de gatos

Más allá del abandono de perros, los que se siguen adoptando, con la llegada del buen tiempo comienza otro problema que preocupa a Gascón: el abandono de gatos recién nacidos, que se incrementa desde ya y hasta finales del verano. “Es la época en la que las gatas tienen las crías, y la gente los abandona, por no hablar de que a muchos los matan”, lamenta Gascón, quien encuentra una fácil solución a este problema: “Castrar a las gatas, es un gasto que se hace una vez en la vida y se evitan situaciones como las que vivimos en la comarca cada verano”, señala.

Y es que todos los veranos, Pro Animales Verín asegura vivir “un auténtico infierno” con la cantidad de gatos pequeños que aparecen abandonados. En las últimas semanas, ya son muchos los que aparecieron en diferentes puntos. Un grupo de ellos estaban en una caja con su madre, a la que también abandonaron los dueños tras parir. “Es desolador ver como aparecen algunos y su estado, es muy duro”, lamenta Gascón. 

Respecto a la adopción de gatos, la presidenta de la protectora asegura que se sigue adoptando, pero se hace más complicado que con los perros, pues los gatos aparecen varios juntos. Actualmente, el Concello de Verín está acondicionando una gatera para que los gatos abandonados tengan un espacio en el que poder estar mientras no sean adoptados. Mientras esta infraestructura no finaliza, las crías quedan, principalmente, en casa de Gascón y en otras casas de acogida. “Yo llegué a tener en casa a 19 gatos, y te aseguro que es un infierno”, lamenta, desolada con la falta de humanidad de la gente. 

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