Las calles de Riós y Marcelín se llenaron este sábado de color. Los vellaróns -figura característica del Entroido del concello- tomaban el control y se paseaban por el municipio. Acompañando a estos, vecinos y visitantes lucían sus mejores disfraces.
Sobre las 11,00 horas arrancaba el desfile de Entroido, acompañados de música y mucha alegría, que arrancó de Riós hasta Marcelín, donde los asistentes bailaron y disfrutaron de la jornada matinal. Allí, sobre unas 200 personas cantaban y bailaban al al compás de la muiñeira. Entre ellos, unos vecinos de Málaga, Pachi Agullón y Emilio Hernández: "Descubrimos el Entroido de Verín hace tres años, y allí conocimos el de Riós, desde entonces venimos siempre, este ambiente es maravilloso, nos sentimos super integrados", contaban mientras bailaban entre los vellaróns.
"Hoxe é día de festa, de celebración, ano tras ano entre os veciños e o Concello tentamos manter a tradición, e a verdade é que os días coma hoxe son unha gozada", señalaba Francisco Veiga, alcalde de Riós, quien no se perdió la cita y disfrutó de la velada. Y es que la organización, que otros años prolongaba la fiesta a todo el día, este 2022 optó por reducir su duración debido a la situación sanitaria. Eso sí, no fue impedimento para que jóvenes y mayores disfrutasen de una fecha muy especial, donde recobraron la ilusión.
De vuelta a la Praza do Concello, ya al mediodía, para no perder la tradición de este núcleo ourensano, se cita a los entroideiros en un magosto popular. Riós es tierra de castañas, y que mejor manera que presumir de su producto que invitando a los asistentes a esta cita. Así, castañas y chorizos llenan los estómagos de los asistentes. Mientras, en Marcelín también se disfrutó del pincho.
Fue la banda de gaitas de Riós la encargada de amenizar la jornada. Una cita que llenó de vida la localidad, teniendo por protagonistas a los vellaróns, quienes lucieron espléndidos su traje, llevando el calor familiar a las calles con el sonido de sus chocas.
