La Mancomunidad de Verín, dividida por el servicio de recogida de la basura

El servicio de recogida de la basura, uno de los muchos servicios que ofrece la Mancomunidad de Municipios de la Comarca de Verín, contará con la mitad de concellos a partir de 2025.

Si ya a finales de 2020 Verín abandonó el contrato unitario para pasar a gestionar el servicio de manera directa, en esta ocasión son tres los concellos que han aprobado en pleno dejar el servicio mancomunado: Castrelo do Val, Oímbra y Vilardevós.

Lo que era un secreto a voces acabó por confirmarse este pasado jueves, cuando acudieron a una reunión en la sede de la Diputación los tres concellos de Monterrei más A Mezquita, de Viana, que en 2025 se adhieren al servicio de recogida de residuos que ofrece el ente provincial.

Así, solo tres concellos de la Mancomunidad verinesa seguirán empleando este servicio a través de la misma: Cualedro, Laza y Monterrei. El contrato actual data del año 2021, y su concesionaria es la empresa FCC. Desde el 2023, sin embargo, viene siendo prorrogado año a año, sin que por el momento se haya tomado una decisión.

Varias opciones

La Mancomunidad tiene sobre la mesa varias opciones a medio plazo, entre ellas licitar de nuevo el servicio. Esta es la “opción favorita”, reconoce el regidor de Monterrei y presidente de la Mancomunidad, José Luis Suárez, “pero non a única, xa que tamén estamos a valorar a posibilidade de ofrecer o servizo de forma directa, temos que considerar cada opción”.

Por el momento, los alcaldes de los tres municipios en los que la recogida de basura seguirá dependiendo de la Mancomunidad, y no de la Diputación, trabajan para mantener el precio de la tasa en 2025 a un nivel similar a la de este año: “A estas alturas, se non é pola vía de urxencia, non temos tempo para aprobar unha nova ordenanza, polo que os tres concellos en principio queremos manter a taxa que estamos a cobrar, que se sitúa en torno aos 52-53 euros anualmente por vivenda habitable”, asegura el presidente.

Suárez afirma a su vez que respeta “todas as decisións”, y recuerda que la Mancomunidad, fundada en 1986, es un ente “voluntario”. Pese a todo, hace hincapié en que los servicios que presta la organización son de “un certo nivel na miña opinión, e están máis que garantidos, malia estar a vivir horas complicadas no servizo do lixo, que xa quedara tocado coa marcha de Verín, pero non no resto”, concluye.

El precio y la duración del contrato, principales motivos

Los regidores de Castrelo do Val, Oímbra y Vilardevós coinciden en las razones para adherirse al servicio de la Diputación. Primero, el coste de la tasa a partir de 2025, sobre 80 euros al año por cada vivienda dada de alta en el IBI, pero bonificable un 30% por tener un compostador y otro 10% por reciclar en un Punto Limpio. Y la duración del contrato, que con la Diputación se renueva cada año, frente al posible contrato de diez años con la Mancomunidad.

Vicente Gómez, alcalde castrelao, está en esa línea: “Queremos que a xente teña o mellor servizo ao menor prezo posible, e segundo o estudo que fixera a Mancomunidade, o custo sería maior que na Deputación, ademais de que non se sacou o concurso”.

La regidora de Oímbra, Ana Villarino, coincide con sus homólogos al señalar que el servicio de recogida de la basura de la Mancomunidad es “deficitario en relación ao servizo prestado, xa que ten moitas eivas”. Además añade que el contracto actual “está máis que vencido, e o novo sería por dez anos, e nese tempo a recollida pode cambiar”.

Por último, la alcaldesa de Vilardevós, Eva Pérez, apunta a que no va contra la Mancomunidad: “O meu concello opta sempre polos servizos mancomunados e pola Mancomunidade, que é o ente máis próximo, pero neste intre non ten a capacidade de soportar os custos que veñen de Europa, cunha aposta polo reciclaxe, nin podemos hipotecarnos 10 anos”.