Anabel es empleada de la tienda 24 horas de Jesús Soria de O Couto. Ayer, a las siete de la mañana, mientras estaba en su turno de trabajo, fue atracada por dos jóvenes. Entraron en el establecimiento encapuchados y con una bolsa en la cara a modo pasamontañas. No dijeron ni una palabra, solo la apuntaron con una barra de metal, amagando con agredirla en caso de que mostrase resistencia. La dependienta dio pequeños pasos hacia atrás y se quedó atrapada en una esquina del mostrador. “Me quedé acorralada, no podía escapar”, relata la víctima.
Mientras continuaban apuntándola, arrancaron de cuajo una caja fuerte electrónica. Se llevaron el aparato, dejando cables al descubierto. La otra supuso mayor complicación, por lo que la abrieron y cogieron todo el dinero. La cifra total del dinero sustraído podría alcanzar los 600 euros.
El ataque supuso un episodio de gran violencia para el establecimiento. Arrancaron varios expositores con patatas y gominolas. También rompieron una impresora, un teclado y la máquina de recargas móviles. “Se les cayó encima todo lo que había en una estantería”, indica.
“Pasé mucho miedo”
Pese a que no es la primera vez que les intentan robar, nunca habían vivido un atraco tan violento: “Pasé mucho miedo”, expresó la dependienta que, poco después del suceso se quedó inmovilizada en el suelo, en estado de shock.
A esas horas de la mañana, apenas había nadie por la calle. Cuando estaban a punto de salir por la puerta del “24 horas”, una señora presenció el alboroto y llamó a la Policía, que pudo movilizarse antes de que los atracadores escapasen lejos. Así, un dispositivo formado por agentes de Seguridad Ciudadana de la Comisaría y policías locales se coordinaron para realizar la detención.
Huyeron a pie y con la caja registradora -muy pesada- en brazos. Solo llegaron hasta el Barbaña. “No sé ni como se pudieron mover unos metros con tanto peso”, reconocía Anabel en la mañana de ayer, ya algo más tranquila.
Los atracos en supermercados o tiendas del pequeño comercio se repiten a menudo. Además, son cada vez más frecuentes “robos por encargo”, especialmente los que provienen de barrios como Covadonga.
El pasado septiembre, la Policía Local de Ourense detuvo a un hombre de 39 años por un robo con violencia en el Mercadona de la avenida de Otero Pedrayo. La vigilante de seguridad del supermercado logró retener al autor hasta que llegaron los agentes. Había sustraído tres pintalabios y un bacalao.
