Ábedes, en Verín, celebró como bien manda la tradición el San Antón. Feligreses y romeros acudieron acompañados de familiares y amigos para disfrutar de una lluviosa jornada
San Antón ha vuelto a reinar, como cada 17 de enero, en los montes verinenses de Ábedes. Se trata de una de las tradiciones más arraigadas de la villa y tanto devotos como romeros, no se pierden esta celebración en la que reina el dicho “San Antón, San Antoniño, santo que non bebe viño”.
De la iglesia de Santa María de Ábedes, salía la figura de San Antón en procesión hasta la capilla que honra su nombre para celebrar a las 13,00 horas una esperada misa en la que no faltó la bendición a las diferentes mascotas, como bien marca la tradición. Y es que el patrón de los animales tiene un gran protagonismo para los oriundos, “esta é unha cita que non nos perdemos dende que teño recordo”, explica José Fernández, quien acudió acompañado de su perro para que San Antón “o coide e o garde evitando que lle pase algo malo”.
Una vez finalizada la celebración religiosa, cientos de familias y grupos de amigos ocupan las inmediaciones de la capilla para encender sus fogatas y asar los ricos chorizos que configuran el banquete propio de la celebración. Y es que, precisamente la fogata es otra de las tradiciones de esta fiesta. “Fanse competicións de quen fai a fogueira máis grande, a que máis fume fai”, explica Rita Martínez, quien natural de Verín, pero casada y residente en Ábedes, manifiesta que “o San Antón é unha cita obrigada dende que era ben pequecha”. Acompañada de un grupo de amigos, ella tiene la suerte de disponer de una pequeña casita cerca de la capilla, sin embargo, para la gran mayoría, encontrar un sitio donde “asentar” sus enseres es “case unha odisea”, y es que hay grupos que ya habían marcado con cintas el pasado domingo un espacio en el que celebrar el San Antón.
Aunque la lluvia no dio apenas tregua en todo el día, esto no impidió que la celebración discurriera según manda la tradición. Divisar el monte de Ábedes, repleto de carpas y cientos de verinenses, trae consigo la alegría de una fiesta que cuenta con mas de un siglo de tradición.
Esta celebración se despide hasta el próximo 2025 dando paso a otra de las tradiciones arraigadas de la comarca: el Entroido.
