Tierra de vino e infinitos lagares: Oímbra

photo_camera El Concello de Oímbra es el municipio con más lagares rupestres de Galicia, solo en su tierra se produce un pimiento con marca IXP y sus calles cuentan la historia de nobles; escondido entre los cauces del Búbal y el Támega, mima sus lazos raianos

El Concello de Oímbra es el municipio con más lagares rupestres de Galicia, solo en su tierra se produce un pimiento con  marca IXP y sus calles cuentan la historia de nobles; escondido entre los cauces del Búbal y el Támega, mima sus lazos raianos

Oímbra, entre los ríos Búbal y  Támega, es un pequeño municipio ourensano que se distingue por su patrimonio histórico y cultural, su pimiento, sus lagares rupestres, su Entroido y su vino. Y es que en Casas dos Montes están los viñedos más altos del noroeste penínsular y las vistas desde la capilla de Santa Ana muestran la más bonita postal de la comarca y frontera. Un lugar que se remonta a la Prehistoria, donde la Ceada das Chas -conocida como Castelo de Lobarzán- da cuenta de ello. Allí, se encuentran los restos de una necrópolis, así como otros de distintas épocas como los de una aldea del período germánico. Un municipio raiano, con sus paisajes contrastados y marcadas señas de identidad propias.

  •  Lagares rupestres: Oímbra es el concello con más lagares rupestres de toda Galicia. Cuenta con más de 30, los que se pueden descubrir a través de una ruta guiada. El más importante es el lagar de Xan Petro -donde Oímbra organiza hoy una recreación del prensado de uva- por su reconstrucción de la parte de la prensa. Las uvas de estos lagares se almacenaban en la Bodega de As Barrocas, que data de finales del siglo XVII. La fecha exacta de los lagares se desconoce, pero los estudios científicos apuntan a que son de la época de la romanización - siglo II-. Ya en la Edad Media, se conoce que algunos viticultores prensaban el vino cerca de las viñas, por lo que el territorio era -y es- vinícola. 
  • Iglesia de Bousés: “Compite en hermosura con las iglesias de Vilaza y Flariz (Monterrei)”, así lo anotan los expertos. Levantada en el siglo XVIII presenta una simbiosis entre los estilos renacentistas y barroco. Lo más destacable es la torre del campanario, que se adelanta a la fachada para crear un espacio porticado, además del reloj de sol que custodia. El pasado año, el artista verinés Fernando Barreira dio forma al retablo de la capilla del Cristo blanco roto.
  • Vila de Oímbra: El barrio del Castelo, en Oímbra, se sitúa debajo de la vieja iglesia parroquial, en la parte más elevada de la villa histórica. Desde allí, una vieja calzada de origen medieval lleva hasta el templo de Santa María, un mirador privilegiado sobre la historia del lugar. También en la conocida Casa do Cabido destaca un escudo de armas que recuerda a la Puerta de los Leones de Micenas, en Grecia. Oímbra fue en su día lugar de nobles, hasta el siglo XV existió una torre defensiva medieval que en 1482 fue trasladada al Castillo de Monterrei. 
  • Crucero de San Cibrao: El crucero de Santa Cruz, en San Cibrao, es uno de los cruceros más importantes de la Diócesis de Ourense. En la base, grabada en piedra granítica, se lee “Esta obra a mandou facer Francisco Crespo no ano 1754”. Más de 200 años en los que aún se levanta la imagen de una Piedad de emoción en la que aún son visibles restos de policromía, que sostiene en sus brazos el cuerpo muerto de Cristo.

Te puede interesar