Ante la llegada de la semana grande del Entroido -se celebraría esta noche el Xoves de Comadres-, con la situación sanitaria actual, los comerciantes de Verín no se quedaron de brazos cruzados.
Cualquiera que pasee por Verín se encontrará cada pocos metros comercios decorados con motivos entroideiros, ya sean globos, plumas de colores, disfraces o caretas de Cigarrón.
Y es que estos empresarios decidieron hacer su propio Entroido, eso sí, cumpliendo siempre todas las normas y restricciones que están estipuladas. Y que mejor forma que decorando sus establecimientos e, incluso, yendo a trabajar disfrazados.
Vera Miranda, trabajadora de la Panadería González, acudía disfrazada a su puesto de trabajo, complementando su disfraz de unicornio con la mascarilla temática que el Concello de Verín sacó a la venta. Considera esta iniciativa "una forma de mantener el espíritu entroideiro, para que no se pierda", a lo que añadía que "es importante que la gente tenga un poco de alegría en estos tiempos tan duros".
Miranda no fue la única que apostó por esta iniciativa, y es que desde la Asociación de Empresarios de la zona, Aever, su gerente, José Ángel Rodicio, aseguró que los asociados a esta entidad apuestan por ello y acogieron la idea con los brazos abiertos.
"É unha iniciativa para manter vivo o comercio de Verín e a chama do Entroido", asegura Rodicio, que contempla esto también con otra perspectiva: "Ademais, tamén podemos axudar a esa parte do comercio que vende complementos, disfraces e telas".
Así, bajo estas premisas, los comerciantes del municipio decoran e impulsan el espíritu entroideiro para, además de mantener este vivo, llamar la atención de sus clientes a que se acerquen a los establecimientos y fomentar así el comercio local.
Esta iniciativa crea melancolía entre los verinenses, que se resignan a "facer o Entroido como nos deixan". Y es que las fechas entroideiras son las más esperadas todos los años por los vecinos de la villa del Támega, algo que este año viven con pesar y pena, pero siempre con la esperanza de que la situación mejore y "poder volver un pouquiño á normalidade".
Eli Gómez, de la barbería Carlos, asegura que se disfrazará algún día puesto que "dende que teño uso de razón levo disfrazándome e este ano non pode ser menos". Entre fotos en el escaparate y dentro del recinto de otros años de Entroido, Eli se resigna: "Este ano viviremos o Entroido a base de recordos, é o único que nos queda".
Así, el Verín que daría el pistoletazo de salida a los seis grandes días de Entroido, se vestirá con colores y atuendos para homenajear y mantener viva esta tradicición que tanto ansían los verinenses, y de algún modo, fomentar el comercio local.
Las calles se llenan de colores y adornos
Entre las iniciativas llevadas a cabo por el Concello de Verín, los alumnos de los centros educativos, diferentes entidades e, incluso, por los comerciantes de la villa, se encuentran las iniciativas individuales.
Son muchos los vecinos y vecinas de la villa del Támega que han decido decorar sus ventanas, balcones y jardines con motivos entroideiros.
Entre una sensación de melancolía y ante la actual situación sanitaria que limita la celebración del Entroido este año, los habitantes de Verín no dudan en hacer su propio homenaje al tan querido Entroido verinense.
"Paréceme unha marabilla, ver as rúas decoradas" cuenta Manuela Álvarez, más conocida en el municipio por MRojas -pintora local-, que considera que "a xente ten moito ánimo dadas as circunstancias que estamos vivindo".
Y como MRojas, también otro verinense, Marcos Domínguez, afirma que "hai que facer todo o posible para manter viva a chama do Entroido", mientras saca al balcón un maniquí vestido con el Cigarrón, que se puede ver en la Plaza García Barbón.
Además de los colores, fotos, adornos y globos, se encuentran muchos maniquíes en los balcones disfrazados con el capuchón, un traje típico en el pasado en las calles verinensas.
Y los vecinos no solo decoran sus casas, también salen a la calle disfrazados, con mascarillas temáticas y con adornos que recuerdan épocas pasadas.