Aumenta el mercado del pan de Cea con nuevos productos

El gremio de los panaderos de San Cristovo de Cea está apostando por la innovación de sus productos para abrir nuevos mercados, aunque sin perder la esencia artesanal que ha convertido su pan en el primero y único en contar con el amparo específico de si Indicación Xeográfica Protexida. A sus productos referencia, la pieza y las empanadas, dos de los 13 hornos que funcionan en estos momentos en el municipio han incorporado el pan en rebanadas, que para sorpresa de sus elaboradoras está teniendo una importante demanda a nivel de toda España.

Sofía Godoy y Carlos Rodríguez son los propietarios del horno Aboamigalla, en cuyo catálogo ofrecen un total de 94 referencias, entre diversos tipos de pan, empanadas y repostería. Ellos fueron los primeros en introducir el pan de Cea rebanado, a raíz de la demanda de los clientes. “Todo empezó durante el confinamiento. Para no salir a diario de casa empezaron a pedir otras alternativas para que el pan fuese más fácil de cortar una vez transcurridos varios días y también para congelar”. Así, en la actualidad, el 60% de las ventas de su tienda online son de pan rebanado, mientras que en el despacho del obrador y hostelería ya alcanza el 30%. “Empezamos rebanando de forma casi manual y pronto nos dimos cuenta de que necesitábamos un modelo profesional dado el incremento de ventas”.

 “Comenzó como una innovación experimental y está siendo todo un éxito”, apunta Godoy, en cuyo obrador se utiliza el trigo de la variedad autóctona caaveiro, prácticamente en proceso de recuperación tras su desaparición, y cuyo grano contiene el salvado del trigo integral al ser molido en piedra y el germen, además de los carbohidratos y proteínas

Los clientes consideran que es más cómodo en rebanadas para congelar en porciones, para los desayunos sustituyendo al pan industrial, para las tostas y también para las torrijas.

La demanda también motivó a Rosa María Villarino a introducir esta innovación en su tradicional horno. La panadera explica que el pan rebanado tiene que salir para su distribución ya dentro de las bolsas con la contraetiqueta y demás información que obliga la Indicación Xeográfica Protexida, fundamentalmente para que no se endurezca, a diferencia de la pieza entera que el repartidor envasa en el momento de la venta, con el fin de no perder las etiquetas que vende el Consello Regulador.

Villarino también apunta que en apenas 10 días en que puso el nuevo formato en el mercado ya está notando un incremento en la venta que ronda el 8%. “Muchos clientes compran la pieza y piden una segunda rebanada”, matiza.

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