El concello de O Carballiño vuelve a superar los 14.000 habitantes

El 80% de este aumento procede de la llegada de inmigrantes y no de vecinos de otros concellos

Carballiño finalizaba el 2020 con un descenso del número de empadronados por debajo de la barrera referente de las 14.000 personas, figurando con 13.911 inscritos. Eso le valió al gobierno municipal recibir duras críticas de la oposición, reclamando políticas de fomento de la natalidad y asentamiento de población. Sin embargo, el alcalde, Francisco Fumega, señala que se trata de un dato que no se ajusta a la realidad actual, ya que en estos momentos la población es de 14.313 habitantes, “o que fai que se convirta no segundo núcleo de poboación da provincia despois da capitalidade”, matiza el regidor.

Asimismo, señala un cambio de tendencia importante en lo que respecta a la procedencia, ya que si hasta hace aproximadamente dos años el crecimiento paulatino que reflejaba el padrón se debía al cambio de residencia de vecinos de otros concellos de la comarca, ahora son los inmigrantes quienes aportan casi el 80% de este aumento registrado en el padrón municipal, destacando las comunidades venezolana, mexicana, brasileira y dominicana. Fumega lo achaca al envejecimiento de la población en los concellos del entorno.

El 83% de la población vive en el casco urbano con una media de edad de 47 años, mientras que en el rural suponen alrededor del 17%, con una media de edad de 55 años.

Además, en las parroquias rurales, los menores de 10 años representan el 4’8% de sus habitantes, mientras que los mayores de 70 ascienden hasta el 32%. En el casco urbano, los mayores de 70 años descienden hasta el 20’8% y los menores de 10 ascienden hasta el 7’1%. “Esta realidade dual debe ser tomada en consideración polas distintas administracións debido ó alto número de persoas maiores que en moitas ocasións viven soas no seu fogar e precisan dun seguimento e acompañamento”, matiza Fumega. 

Otro dato aportado señala que en el conjunto de las parroquias del rural, el número de hogares que están compuestos por un único miembro suman 335, siendo mayores de 80 años el 32% de los mismos; entre 70 y 80 años el 23,9% y menores de 30 años tan solo un 6,3%. En la villa, estos porcentajes cambian de manera importante, suponiendo los mayores de 80 años que viven solos el 23,2%; los que tienen entre 70 y 80 el 16,4% y los menores de 30 que suben al 16,3%.

“Observamos a existencia dunha poboación moi envellecida”, explica el alcalde, y añade que “moitas persoas maiores viven soas, polo que resulta imprescindible implementar medidas sociais para resolver a preocupante situación de soidade”.

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