O IRIXO

La Cooperativa de Loureiro busca salida a su grave crisis

photo_camera Edificio de la Cooperativa Santa Mariña de Loureiro, en O Irixo.
Los socios deciden el domingo si ceden las riendas de las instalaciones a una ganadera de Silleda

La Cooperativa Santa Mariña de Loureiro, dedicada a la elaboración de productos lácteos en el Concello de O Irixo, decidirá el próximo domingo en asamblea si cierra definitivamente las instalaciones o las deja en manos de una ganadera de Silleda, que está interesada en realizar una inversión para su modernización y así mantener la actividad.

La ganadera trasladó su propuesta al consejo rector de la cooperativa como una posible alternativa al cierre y manteniendo así los siete puestos de trabajo que desaparecerían. Ese es el compromiso que adquiere, al mismo tiempo que mantendrá la ubicación en la parroquia de Loureiro y, además, está dispuesta a alquilar tierras para ponerlas en producción. Asimismo, según explican desde el consejo rector, la misma ganadera adquiere el compromiso de comprar la leche de las posibles explotaciones que puedan surgir, aceptando como socios a los que quieran adherirse, siempre en función de la situación del mercado.

La cooperativa se encuentra en una situación económica delicada y, por si eso fuera poco, ya no dispone de productores de leche en el municipio y mucho menos en la parroquia, pese a contar con muchas hectáreas de tierra abandonada. El último socio productor, que tenía cuatro vacas, acaba de jubilarse, aunque por el momento se mantienen dentro de la cooperativa 50 asociados que no son productores y que serán los que voten este domingo el futuro de Santa Mariña de Loureiro.

Intento previo

Según declaran desde el consejo rector, hubo un intento previo de montar una explotación ganadera común entre los socios para poder sacar a flote la cooperativa, pero “nadie quiere montar la explotación y hacerse cargo de la cooperativa, y por ello hace tres meses, en asamblea, una parte importante de los socios manifestaron que hay que cerrar”, explican. Sin embargo, el consejo rector sigue aportando propuestas porque “tiene más sentido buscar una solución a través de socios inversores para no perder los puestos de trabajo”.

Por ese motivo, en contacto con la Asociación Galega de Cooperativas, recibieron varios grupos de cooperativistas, “y todos coincidieron en que las instalaciones no tienen ningún valor”.

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