La noticia sobre la denuncia y posterior orden de alejamiento del cura que no podrá acercarse a sus sobrinas se hacía pública en torno al mediodía de ayer, causando una enorme sorpresa entre los vecinos de los concellos de O Irixo y Boborás. “Foi unha sorpresa, que non esperábamos”, apuntan, señalando que “estamos conmocionados”.
Este sacerdote lleva algo más de un año a cargo de 10 parroquias de O Irixo, la práctica totalidad de las existentes en este municipio, excepto San Pedro de Espiñeira y Santa Mariña de Loureiro, y 2 de Boborás, concretamente las de Brués y Xendive, y los feligreses aseguran que “estamos contentos con il, nunca tivemos ningún problema”.
A raíz de lo sucedido, señalan que están a la espera de que el Obispado les informe cómo quedará la situación en todas estas parroquias, “porque descoñecemos o que vai a pasar” y ante el temor de quedarse sin cura.
“É un home moi activo, que se involucra moito nas actividades que se organizan nas parroquias e a xente non se esperaba esto”, añaden. De ahí, que la noticia sobre las medidas dictadas por el juez cayeran como un jarro de agua fría sobre los feligreses de las numerosas localidades que tiene a su cargo en estos momentos, en donde reconocían que “estamos en estado de shock polo sucedido”.
